Fieles de diferentes municipios conmemoraron la Pasión y Muerte de Jesús con vía crucis.
En Hunucmá, después de un mes de preparación física y espiritual, 40 jóvenes de la parroquia San Francisco de Asís participaron en la representación.
El recorrido comenzó al mediodía en el Centro Pastoral Santa Irene y concluyó a la 1:30 de la tarde en el Centro Pastoral San Vicente. Pese a las altas temperaturas no hubo ningún percance.
Trascendió que durante la representación de la Última Cena, el Jueves Santo, se pidió por los jóvenes enfermos de alcoholismo y drogadicción, a fin de que salgan de esas adicciones.
En Chicxulub Puerto, comisaría de Progreso, 800 feligreses participaron en la actividad, que cumplió 26 años de realizarse.
—Representar a Jesucristo es algo que te cambia la vida. Hay que prepararse de muchas formas para hacer el papel, puedo decir que me entregué al 100% — comentó Christian Pech Pech, quien interpretó a Jesús.
—Realmente Él me enseñó que todo se puede lograr en la vida si uno se lo propone. Yo pesaba 113 kilogramos, baje más de 20 kilos en poquito tiempo. Al principio no veía los resultados, ya en el último mes, Jesucristo me ayudó para que baje de peso y realice la vía crucis.
—El mensaje que yo le puedo mandar a toda la niñez y juventud es que se acerquen más a la Iglesia, ahora hay muchos problemas de drogadicción y alcoholismo, pero si se acercan a Dios, estoy completamente seguro que podrán tener una mejor calidad de vida —abundó Pech Pech.
Gabriela Canul, coordinadora de la representación, agregó que este año vino más gente de la esperada. “Creo que a la gente de Chicxulub Puerto le empieza a tomar otra vez el gusto por este tipo de actividades”, indicó.
En Motul, numerosas familias participaron en el vía crucis que se organizó en los 22 centros pastorales.
Desde las 9 de la mañana comenzaron los recorridos en los distintos centros pastorales . En cada estación, los participantes se turnaban para cargar la cruz.
Vía crucis figurado
Los jóvenes se disfrazaron de soldados romanos, apóstoles, incluso uno de Jesús, para recorrer las estaciones y no actuarlas.
El vía crucis comenzó en la colonia San Juan y terminó en la iglesia San Juan Bautista, donde después se realizó la liturgia de las Siete Palabras.
En Yobaín, la representación dio inicio a las 10 a.m. con el juicio a Jesús ante Poncio Pilatos.
Eligio Baltazar May Jiménez, quien por tercera vez interpretó a Jesús, dijo que aceptó la responsabilidad con humildad y alegría.
—Mi familia me apoya espiritual y moralmente, así como nuestro párroco, Jenaro Rodríguez Colomé, quien ayudó a todo el equipo —dijo el entrevistado.
El recorrido concluyó a las 3 de la tarde con la crucifixión del nazareno.
En Dzidzantún, 30 jóvenes representaron el drama rumbo al calvario, que comenzó en el campo de la colonia Vicente Guerrero.
Pese a las altas temperaturas, Juan Pablo Aguilar Manrique, quien interpretó a Jesús, logró completar el recorrido de un kilómetro con la cruz, que pesa aproximadamente 120 kilos.
—Hace años que vine a Dzidzantún y tenía entendido que ya no se hacía esta actividad, pero me da gusto que se retome, y que la comunidad realmente viva de corazón esta Semana Santa —comentó Ángel Zaldívar Vivas, quien estuvo acompañado de sus dos hijos.
A las 2 p.m., el vía crucis concluyó en la explanada de la parroquia de Santa Clara de Asís.
Entrevistado después de la representación, Manrique Aguilar comentó que “es una experiencia muy positiva en mi vida, no existen palabras para describir en este momento lo que siento, definitivamente tengo sentimientos encontrados. Siento una paz interior”.
En Dzilam González, el recorrido comenzó en el parque Taiwán y concluyó en el centro de la población.
Jesús fue interpretado por Francisco Mateo Noh, quien estuvo acompañado de 54 actores en dicha actividad.
Luego de la crucifixión en el cerro de la comunidad, el párroco Eraclio González Tox realizó la liturgia de las Siete Palabras.
Cristo del Sepulcro
En Umán, cientos de feligreses hicieron largas filas desde las 4 de la mañana para honrar al Cristo del Sepulcro, que cada año es bajado de su nicho en la iglesia de San Francisco de Asís.
Con ramos de flores o ruda que trajeron desde sus casas o compraban en la puerta del atrio, devotos esperaban pacientemente a que llegaran a besar y ungir a la venerada imagen.
Con el propósito de cuidar a los feligreses, al igual que el año anterior, las filas se formaron dentro del atrio de la iglesia, por lo que en las calles solamente se podían ver a las vendedoras de ruda, así como puestos de comida que se instalaron en la calle. Debido al cierre de algunas arterias, la Policía Municipal reforzó la vigilancia.
A las 10 de la mañana comenzaron a llegar a la iglesia los vía crucis que salieron de varios sectores de la población para participar en la liturgia de las Siete Palabras, de modo que la parroquia lució llena de fieles.
Algunas cruces de madera fueron cargadas por jóvenes, niños y adultos.
En la noche, se realizó la procesión del santo sepulcro y el rosario doloroso.
En Seyé, la iglesia San Bartolomé Apóstol permaneció cerrada y por primera vez en ocho no se realizó el vía crucis viviente.
En esta ocasión, por iniciativa del párroco Raúl Moguel Urtecho, los devotos participaron en un recorrido que comenzó en el centro de la población y concluyó en una capilla dedicada a la Virgen María, la cual se encuentra a las afueras de la comunidad.
Muchos fieles de avanzada edad que acudieron a misa se sorprendieron al ver cerrada la iglesia.
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