Para este fin de año e inicios del siguiente no está previsto un alza a las tarifas de transporte urbano en Mérida, a pesar de la insistencia de los permisionarios por incrementar el subsidio mensual, que por cierto ya no reciben, aseguró la Dirección de Transporte del Gobierno del Estado, que ahora está integrada a la Coordinación Metropolitana de Yucatán (Comey).
La decisión se da ante una de las peores crisis por la que atraviesa el sector, ya que muchas unidades operan en mal estado, además de que en horas pico el servicio no se da abasto, pues los concesionarios disminuyeron desde hace meses sus recorridos y el horario de circulación, como medida de presión a las autoridades.
Durante la administración anterior, los permisionarios presionaron con reducir sus rutas y los viajes programados si no les incrementaban el subsidio, el cual era de seis millones de pesos al mes, y a pesar de las afectaciones a los usuarios, la entonces Dirección de Transporte del Gobierno del Estado (DTEY) no autorizó el incremento al pasaje.
El pasado 5 de septiembre, representantes de las cinco empresas que integran el servicio de transporte en la ciudad (Unión de Camioneros de Yucatán, Grupo Minis 2000, Rápidos de Mérida, Alianza de Camioneros de Yucatán y Micro Expreso Urbano) solicitaron al Gobierno del Estado un incremento a las tarifas para solventar la crisis –dijeron- por la que atravesaba el sector, ante el alza en el costo de los combustibles y las refacciones de las unidades.
En esa ocasión los prestadores propusieron una tarifa “emergente”, en la que el costo pasaría de ocho a 10 pesos para adultos y de tres a cinco para la “tarifa social”. No obstante, la respuesta del Ejecutivo estatal volvió a ser negativa, y al finalizar el último día de septiembre tampoco se les aprobó el aumento de seis millones a 35 millones de pesos al mes que demandaban de subsidio.
Con el inicio de la nueva administración estatal, a partir del 1 de octubre, los concesionarios dejaron de recibir esta contribución, pues no estaba contemplada dentro del plan de trabajo del actual gobierno. Pese a ello, no han vuelto a manifestar la necesidad de un incremento a las tarifas, aunque continúa siendo deficiente el servicio que ofrecen a los miles de usuarios.
Fallas
El servicio está integrado por 224 rutas (216 radiales y ocho circulares) en la que operan alrededor de mil 509 unidades, de las cuales un promedio de 300 están a diario en el taller por la antigüedad que tienen o por las diferentes fallas mecánicas que sufren ante la falta de inversión y mantenimiento de las piezas.
Considerando que del total de las unidades, recientemente se cambió entre 200 y 300, es probable que Mérida tenga por lo menos mil 200 autobuses que ya requieren de un reemplazo, vislumbrado a un promedio de seis años.
A pesar de que el subsidio que recibían los concesionarios se fue incrementado de manera considerable desde inicios de año, con el “pretexto” del aumento al combustible, la Comey descartó que el gobierno de Mauricio Vila Dosal tenga considerado incrementar las tarifas por lo menos en los próximos meses, pues no es una visión que tengan a corto plazo.
“Nos parece que el mecanismo del subsidio que se otorgó de manera emergente, en donde se distribuía cierta cantidad de dinero entre el número de unidades sin tener información específica de cómo se estaba moviendo, nunca favoreció al sistema”, reportó la dependencia.
No obstante, la Comey planteó que en el proyecto a desarrollar los siguientes años podría haber una mezcla entre la optimización de las rutas, tiempos del servicio y número de las unidades, con lo que se distribuiría el costo entre los usuarios.
Refirió que buscarán esquemas para que los costos del servicio se incrementen en función de la inflación, y no se discuta un alza cada vez que los permisionarios pasen por crisis o recurran a los subsidios, lo que dependerá de la definición del presupuesto para 2019.
Sipse