Un cúmulo de dudas y contradicciones surgen en torno a la presunta apertura del Casino Circus, ubicado en Mérida el cual por un argucia política hacia finales del sexenio del expresidente Felipe Calderón obtuvo una licencia de operaciones por 25 años.
Este inusual permiso que se extendería por varios sexenios, carece de la anuencia del municipio de Mérida, por lo que resulta extraño que durante varias semanas trabajadores se encuentren realizando trabajos de saneamiento sin la debida supervisión de las autoridades de salud, al tratarse de un supuestos problema sanitario.
Para la reapertura del casino será necesario revisar las leyes y sobre todo el permiso que ya tien; revisar que contenga normas precisas y rigurosas para evitar consecuencias graves para la sociedad de Mérida. Hay que tener en cuenta que el problema de si se debe permitir la apertura no es de carácter jurídico, sino de índole social, económica y cultural.
La clasificación de algún juego o sorteo como “ilícito”, “antisocial”, “antieconómico” o “inmoral” depende de las circunstancias propias de la entidad donde se enfatiza una preciada seguridad y poco se habla de la pobreza y bajo poder adquisitivo de los sueldos pírricos que aquí se pagan.
El Casino se encuentra ubicado en Circuito Colonias con calle 60 Norte, abrió sus puertas el 5 de julio del 2013 operando durante casi un año ilegalmente, pues en mayo del 2014 fue clausurado “por no tener licencia de funcionamiento”. En ese momento quedó en el interior una gran cantidad de alimentos que al día de hoy, en pleno estado de putrefacción, se han convertido en bacterias, hongos y un sinfín de virus que representan peligro para la sociedad, ante la indiferencia de las autoridades sanitarias, representadas por el doctor M.S.V., Secretario de Salud y Director General de los SSY.
Al momento de la clausura, trascendió que la realidad fue otra, pues con apoyo de agentes federales y de la Secretaría de Gobernación, inspectores de esa dependencia cerraron el negocio y se especuló que fue porque no expedían comprobantes fiscales.
Los vecinos informaron que era un “centro de perversión” y el cierre causó miedo en la población al enterarse de que “en ese lugar corría droga” dijo un vigilante.
Recientemente se ha visto movimiento en el inmueble, lo que ha traído temor a los habitantes de la zona, pues se especula que reabrirá sus puertas.
Durante un recorrido por el sitio, el equipo de investigación de La Verdad, descubrió que en la puerta del Casino hay un letrero de advertencia que indica: “Para cualquier notificador judicial o notarial: estos sellos fueron levantados temporalmente por una cuestión de sanidad, toda vez que existe adentro del local una problemática derivada de la putrefacción y descomposición de los alimentos e insumos propios del restaurant, lo que ha ocasionado que el local se infeste de parásitos, hongos y cultivos bacterianos altamente nocivos para la salud.
Empleados señalan que el local está infestado de parásitos, hongos y cultivos bacterianos altamente nocivos para la salud por la descomposición de los alimentos e insumos propios del restaurant desde mayo del 2014, lo que causa temor por riesgo contra la salud, pues a un costado del edificio del casino se ubica un supermercado, además de que no hay autoridad que avale cuestiones sanitarias. Personal que trabaja en el interior del lugar, manifestó que cuando fue clausurado quedaron muchos alimentos, lo cual ocasionó bacterias y parásitos contaminando el interior del casino, por lo que se corre el riesgo de una contaminación mayor.
Al respecto, el doctor especialista en infecciones bacterianas, Israel Solórzano Martínez señaló que “haber cerrado el lugar en donde hay alimentos, durante mucho tiempo es un riesgo, pues en si la materia ya no existe, pero el lugar debe estar lleno de gusanos, bichos, parásitos. Incluso en el aire, por la infección que esto provoca, al entrar al lugar se corre riesgo al inhalar el aire contaminado, lo que puede provocar problemas respiratorios e intoxicaciones, pues en el aire también se acumulan bacterias”.
Además, agregó, bastaría con que se filtrara alguna mosca o mosquito que haya permanecido en esa putrefacción, para propagar la infección, más si hay alimentos cerca, por lo que las autoridades competentes deben supervisar bien el lugar y certificar que se realice una fumigación a fondo para poder reabrir el lugar nuevamente. Efectivamente desde finales del 2018 en los jardines se ve movimiento de mantenimiento del lugar, incluso en su interior mucha movilidad; empleados que realizan dichas tareas de mantenimiento comentan:
“Trabajamos para una empresa de mantenimiento, no nos dicen nada. Solo lo que hay que reparar, pero se ha escuchado decir que el casino ya no reabrirá y se le está dando mantenimiento al inmueble para regresarlo a su dueño”.
Actualmente la compañía de seguridad “Halcones” es la encargada de vigilar el lugar. Un guardia aseguró que el casino no abrirá sus puertas nuevamente y que solo se está dando mantenimiento para entregar el inmueble en buenas condiciones a su arrendatario, que es del corporativo del supermercado de dicha plaza.
Por su parte, el subgerente del supermercado mencionó que el corporativo se encarga del arrendamiento del lugar; por lo que vía telefónica hablamos con el encargado de dicha oficina, Rodrigo Hernández, quien dijo que está en espera de que se le entregue el inmueble en buen estado para poder darle uso, aunque no sabe cuál será.
Con su cierre fueron afectados 200 empleados directos y 150 indirectos. El casino está ubicado en Circuito Colonias, en lo que antes fueron bodegas de “El Enlace” y hoy es una plaza donde un conocido supermercado es lo fuerte del lugar. La Verdad Noticias