Estas improvisadas bodegas, de mal aspecto y propiedad de un líder sindical, bloquean uno de los accesos a la zona de zapaterías del Lucas de Gálvez. Fueron levantadas al retirarse los carniceros para trasladarse al San Benito.
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"Soy Gílmer Castillo... ¿No estoy en la lista", preguntó el presidente de la Unión de Comerciantes Detallistas al llegar, el 8 de agosto de este año, a las puertas del Centro de Convenciones de la Cámara de Comercio de Mérida.
En ese local se celebraba la asamblea en que se ratificaría a Alaine López Briceño como presidenta estatal del PRI. La pregunta del líder de vendedores se debió a que en un principio no lo dejaban entrar a la reunión.
La relación de Gílmer Castillo y de otros dirigentes sindicales de los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, de los tianguis y de los vendedores ambulantes con el PRI es muy antigua. Ellos siempre se han ostentado como priistas y son abastecedores de clientela política a ese partido.
El caso más notorio es el de Wílberth Parra Vargas, presidente de la Unión de Vendedores Fijos y Semifijos de la Federación de Trabajadores de Yucatán. Fue integrante de la planilla de Adolfo Peniche Pérez cuando éste contendió, sin éxito, por la alcaldía de Mérida; en la reciente administración se le mencionó como uno de los candidatos a ocupar la dirección de Mercados, que finalmente quedó en manos de Jorge Zapata López.
Parra Vargas, quien tiene amplio control sobre los locales de los mercados, fue integrante del grupo de líderes que formó valla a Víctor Cervera Pacheco cuando el ex gobernador estaba en campaña por la alcaldía, en 2004, y visitó el Lucas de Gálvez. Con él estuvieron Felipe Estrella Baas, presidente de la Unión de Locatarios, Similares y Conexos; Gílmer Castillo y Angel Enrique Sánchez Dzul, quien entonces era secretario de actas de la Unión de Baratilleros y ahora está a la cabeza de esta agrupación.
El primer intento de Wílberth Parra de convertirse en subdirector de Mercados abortó con la derrota de Peniche Pérez.
Su cercanía con el poder se hizo manifiesta de nuevo al obtener un cargo en la Secretaría del Trabajo estatal, que entonces era Servicio Estatal del Empleo.
El dirigente no duró mucho en su encomienda pública, pues salió de nuevo a controlar a los mercados y los vendedores.
En el trienio 2007-2010 abanderó no sólo la causa de los vendedores de los mercados sino también de los tianguistas, junto con Iván Moo, Míriam Flores Zapata, Cleofas Espadas Noh, Macario Chan Castillo y Jorge Torres, este último controlador de la venta de discos "piratas".
Ahora está identificado políticamente con el director de Gobernación del Ayuntamiento, Gaspar Quintal Parra, y fue uno de los cabecillas de la protesta contra el director de Finanzas, Carlos Bastarrachea Lara.
Iván Moo es otro ejemplo de la cercanía con el poder, al grado de convertirse en juez y parte. Al no quedar Parra Vargas en la subdirección de Mercados él fue llamado a la coordinación de inspectores, pero tampoco duró, pues surgieron protestas de cobros irregulares y, sin hacerse ruido, fue separado del cargo.
A pesar de esa destitución, Iván Moo no perdió los vínculos con la subdirección de Mercados. Los locatarios conocen su relación con Héctor Rodríguez Alayola, quien trabaja bajo las órdenes de Amed Centurión, jefe de inspectores de esa oficina.
Este último y su superior, Zapata López, son identificados con el grupo del tesorero municipal Bastarrachea Lara, blanco del "fuego amigo" en la Comuna.
Esa relación fue señalada públicamente en septiembre de este año por la lideresa Flores Zapata, quien afirmó que las autoridades de Mercados se apoyan en un grupo de gamberros y al menos un ex policía para amedrentar a los locatarios y cobrarles cuotas no autorizadas.
Entre los denunciados mencionó a Iván Moo, quien, según aseguró, está bajo las órdenes de Rodríguez Alayola y se hacía pasar como inspector de mercados.
Además de tener juego en el lado oficial, Moo lidera al menos tres tianguis callejeros.
Sánchez Dzul, presidente de la Unión de Baratilleros, es un caso aparte. No tiene mucha relación con los demás líderes, pero su fuerza sindical es igual de amplia.
Recientemente fue reelecto en el cargo que durante lustros encabezó otro dirigente ligado a la clase priista, René Velázquez Franco.
Sánchez Dzul es propietario de varios puestos de venta de imágenes religiosas, productos que también desplaza con otros locatarios.
Su operación es hasta cierto punto discreta y ejerce rígido control entre sus agremiados. Locatarios y ex autoridades lo definen como un buen negociador, a tal grado que logró revivir el local de la Unión de Baratilleros y hasta consiguió permisos para que en ese inmueble se ofrezcan funciones de lucha libre profesional.
Sin embargo, no es ajeno a la posesión y manejo irregular de locales de los mercados y espacios en la vía pública. Además de sus puestos de imágenes religiosas se le identifica como propietario de improvisadas bodegas levantadas en la ex zona de carniceros del Lucas de Gálvez, muy cerca del pasillo que colinda con el sector de zapaterías.
En la ex zona de carnicerías hay una serie de puestos de gente vinculada al líder de baratilleros. Las bodegas, todas de mal aspecto y algunas vacías, fueron motivo de reclamaciones de los zapateros en una visita que realizó el 28 de octubre el secretario del Ayuntamiento, Santiago Altamirano Escalante.
En ese recorrido, fruto de un acuerdo con el funcionario en agitada reunión con locatarios que se celebró en el Centro Cultural Olimpo, los vendedores de calzado se quejaron no sólo del aspecto de esas bodegas sino del obstáculo que representan para el acceso a sus locales.
De acuerdo con los locatarios, Altamirano Escalante se comprometió a retirar esas bodegas antes de diciembre, pero no cumplió ni regresó al edificio.
Los alcances de Sánchez Dzul llegan a parte del "Chetumalito", donde conviven puestos de mercancía extranjera con negocios de empeños.
En estas fechas, la mercancía extranjera -en su mayor parte traída de Belice- invade la acera y un tramo del pavimento.
Los discos piratas
En el caso de los tianguis, el desplazamiento de discos piratas ha cobrado fuerza en esta administración. En años anteriores fueron prohibidos, pero los vendedores se las ingeniaban para comercializarlos. Como señalamos antes, Jorge Torres controla esta parte del negocio.
Después del golpe a la piratería de discos el 5 de noviembre, esta actividad ilegal opera sin problemas. En los tianguis nadie molesta a los vendedores.
-Los decomisos son atole con el dedo. Se llevan discos fallados o antiguos que ya no tienen salida -afirma un ex líder sindical que se identifica pero solicita omitir su nombre.
Incluso, asegura que un pleito ocurrido en septiembre en el tianguis de San Roque, en el que se vieron involucrados la lideresa Míriam Flores, Cleofas Espadas, Iván Moo y presuntos inspectores municipales, tuvo como verdadero móvil la piratería de discos, pues hay un aspirante a nuevo "zar" que quiere controlar el negocio con el apoyo de uno de los dos bandos de tianguistas.
El combate a la piratería de discos compete a la Procuraduría General de la República (PGR)
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