Nos cuentan que el desencuentro entre la alianza opositora y el Tribunal Electoral, que no se pudieron poner de acuerdo para reunirse, es una consecuencia más de la división interna entre magistrados.
Nos hacen ver que, desde la presidencia, que encabeza Mónica Soto, no enviaron señales de mucho interés en conceder audiencia a la candidata presidencial Xóchitl Gálvez y a los dirigentes del PAN, PRI y PRD, antes de la sesión en la que se votaría la posible suspensión de las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En contraste, nos aseguran, quienes sí expresaron de inmediato su disposición a sostener ese encuentro fueron los magistrados “disidentes” Reyes Rodríguez y Janine Otálora.
La presidencia del Tribunal ofrecía una reunión virtual, pero sin la participación de todos los magistrados, por lo que la alianza opositora optó por declinar la invitación, que además habría sido estéril, pues la decisión ya estaba tomada.
