· Continuarán los llamados a que la gente salga a votar
10/04/2010
PROGRESO.— Las exhortaciones de la Iglesia católica a los ciudadanos para salir a votar el 16 de mayo continuarán, declaró el presbítero Lorenzo Mex Jiménez, párroco de Progreso.—Nos nos van a intimidar, tampoco nos incomoda que graben nuestras homilías, no sería la primera vez que lo hagan, pero que después las den a conocer —añadió el sacerdote, al responder a señalamientos del presidente nacional de la Fundación Movimiento por la Certidumbre, Enrique Vega Castillo.
El líder de esa agrupación priista pidió anteayer a las autoridades electorales que tomen medidas para evitar la intromisión de los sacerdotes en el proceso electoral y anticipó que enviará a observadores a las misas para estar pendientes de lo que dicen en las homilías. Incluso, agregó, se grabarán los mensajes de los sacerdotes.
Dirigentes civiles se pronuncian a favor del mensaje pastoral
10/04/2010
Luis Medina Cantillo, uno de los coordinadores de Sociedad en Movimiento, opinó que en el país ya no deben existir leyes que establecen que hay ciudadanos de primera y de segunda categorías, siendo estos últimos todo aquel que tiene menos derechos que los primeros.
—Si el argumento para no cambiar la ley en la materia es que los clérigos tienen influencia sobre un gran sector de la población, entonces también hay que imponer la misma restricción a los deportistas, artistas y otra gente famosa que tienen similar o mayor influencia entre la gente —añadió.
Consideró que no hay razón para censurar a los sacerdotes que hablan del proceso electoral, pues hasta ahora aquéllos sólo han expuesto lineamientos generales sobre el tema.
En Umán, la candidata a presidenta municipal por el PAN, Magally Cervera Tejero, hizo público un manifiesto en el que, entre otras cosas, apoya el derecho de los sacerdotes a expresarse sobre este proceso electoral.
—La palabra de aquellos sólo afecta a quienes consideren que sus conductas se ajustan a lo que denuncian esos ministros —apuntó la candidata panista.
Eduardo Seijo Gutiérrez, presidente de la agrupación Laicos Unidos para el Bien Común (Lubic), dijo que hablar sobre temas que la Iglesia católica no acepta, como el aborto, la eutanasia y gobernar de espaldas al bien común del pueblo es un deber que todo sacerdote está obligado a hacer en relación con la feligresía.
—Es un derecho y deber relativos a la libertad religiosa —puntualizó—. Expresarse sobre problemas políticos desde la dimensión ética, sin entrar a propuestas de orden técnico, es algo que compete a la doctrina social de la Iglesia que orienta la conducta cristiana, la cual estamos obligados a difundir todos los fieles, empezando por los ministros ordenados.
Lubic es un programa de la Escuela de la Doctrina Social de la iglesia “Juan Pablo II”, que impulsa el entrevistado.
—La opinión de los sacerdotes que hablaron sobre cuestiones sociopolíticas se proyectó sobre los aspectos éticos que los fieles deben tomar en cuenta a la hora de elegir y votar por un candidato y por el partido que representan éstos, con el objeto de no caer en incongruencias entre la fe que profesan y su participación política —apuntó Eduardo Seijo—. Desde luego que se debe hacer sin promover odios ni partidismos.
—Hablar sobre temas que la Iglesia católica no acepta, como el aborto, la eutanasia y gobernar de espaldas al bien común del pueblo, es un deber que todo pastor está obligado a hacer en relación con la feligresía. Es un derecho y deber relativos a la libertad religiosa. —Expresarse sobre problemas políticos desde la dimensión éetica, sin entrar a propuestas de orden técnico, es algo que compete a la Doctrina Social de la Iglesia que orienta la conducta cristiana, la cual estamos obligados a difundir todos los fieles, empezando por los ministros ordenados.
—A estos corresponde iluminar y animar al pueblo hacia un real protagonismo que tiene muchas vertientes.
—Ahora bien, es a los laicos a quienes toca intervernir directamente en la construcción de un sistema político que tenga como base una democracia pluralista, justa y participativa, sustentada en valores morales, sin los cuales aquélla no se alcanzaría.
—No basta conocer la Doctrina Social de la Iglesia, hay que llevarla a la práctica —subrayó—. De ahi surge Lubic.
Postura de panistas a favor de clérigos
La práctica de la fe no incluye renunciar a la conciencia, dicen
10/04/2010
El presidente del PAN en Mérida manifestó que, mientras el gobierno emanado del PRI quiere callar a los sacerdotes que orientan sobre la responsabilidad de votar, ese partido usa la barda de un local religioso para poner su propaganda.
Indicó que el muro del Centro Social Sagrada Familia, ubicado en la colonia San Pedro Uxmal, tiene coloridos carteles de Angélica Araujo, candidata a presidenta municipal, y de Javier Osante, aspirante a diputado.
Ese predio está limitado por las calles 36, 38, 17 y 19. Su edificio, con campanario y letreros sobre la Cuaresma, indica que también es sede del Grupo Juvenil Jóvenes con Cristo Jesús y María.
El candidato a diputado por el PAN Manuel Collí Dzul dijo que no es posible tener un país moderno con reglas que establecen menos derechos para un sector de la población.
— Hay que revisar este aspecto de la vida política de la nación.
Collí Dzul, quien es discapacitado, expuso también que la práctica de la fe no implica renunciar a la conciencia ciudadana. “Exigir lo contrario es poner una mordaza”, añadió.
—Millones de mexicanos profesan una fe, pero eso no es razón para que dejen de ocuparse de los asuntos que dañan a la sociedad.
—Participar es un derecho y un deber y hay que hacerlo dentro de la ley. Pero ésta no se debe usar para callar voces que no convienen a ciertos intereses.
Por su parte, Magaly Cervera Tejero, candidata del PAN a la Presidencia Municipal de Umán, firmó un compromiso público que, entre otras cosas, hace referencia a esa cuestión.
—Líderes de la Iglesia Católica han expresado sus puntos de vista sobre las características que, en términos generales, deben tener quienes aspiran a cargos de elección popular.
—Los clérigos no se refirieron a partido o persona en particular, de modo que sólo se afectarían intereses de quienes consideren que sus conductas se ajustan a las hipótesis planteadas por los sacerdotes.
