Con las mismas carencias económicas que su vecino en desgracia, los habitantes de esa colonia se han organizado para apoyar con materia y trabajo la reconstrucción de la vivienda.
Con lo que le han donado, el mototaxista Jonás Paredes da forma a lo que será la nueva casa para él, su esposa y sus cinco pequeños hijos.
-Lo perdieron todo, pero lo importante es que los niños están bien y que con la ayuda de todos van a tener un lugar donde vivir -señala uno de los compañeros del mototaxista que la mañana de ayer lo visitó para ayudarlo en la reconstrucción.
La solidaridad de la gente con la familia Paredes-Huchim contrasta con la indiferencia mostrada hasta ahora por las autoridades estatales y municipales en este caso.
Los vecinos solidarios aseguran que trabajarán duro para que esta misma semana del fuego sólo queden las cenizas.
La reparación de la vivienda comenzó un par de horas después del incendio, que acabó con la casa y puso en riesgo la vida de los habitantes de la familia.
Algunos vecinos se han organizado para darle alojamiento a los Paredes-Huchim en lo que terminan los trabajos.
Jonás Paredes afirma que está agradecido con los habitantes de El Roble y sus compañeros mototaxistas.
Por fortuna -dice- antes de ser mototaxista fue albañil, de manera que él mismo podrá levantar su hogar. Sin embargo, el material donado no alcanzará más que para una pequeña pieza con techo de lámina.
Jonás indica que hace dos años su esposa se inscribió en un programa oficial para que le hicieran un pie de casa pero no tuvo suerte de ser beneficiada con ese apoyo.
Los vecinos solidarios aseguran que trabajarán duro para que esta misma semana del fuego sólo queden las cenizas, en la casa de la familia Paredes-Chim. La reparación de la vivienda comenzó un par de horas después del incendio, que acabó con la casa y puso en riesgo la vida de los habitantes de la familia.
Algunos vecinos se han organizado para darle alojamiento a los Paredes-Huchim en lo que terminan los trabajos.
Jonás Paredes, el jefe familiar, afirma que está agradecido con los habitantes de El Roble y sus compañeros mototaxistas.
Por fortuna -dice- antes de ser mototaxista fue albañil, de manera que él mismo podrá levantar su hogar. Sin embargo, el material donado no alcanzará más que para una pieza.
Jonás indica que hace dos años su esposa se inscribió en un programa gubernamental para que le construyeran un pie de casa pero no tuvo suerte.-