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(transporte, colombia, éxito)
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El transporte del país es exportado al primer mundo Publicada: 3 septiembre 2011
En la década de los noventa Colombia decidió acabar con el sistema de transporte público obsoleto, tardío, caro y causante de caos vial, de contaminación y miles de muertes por accidentes ocasionados por los autobuses.
Puso en operación el proyecto TransMilenio en la ciudad capital -Bogotá- y ahora exporta ese modelo colombiano a otras partes del mundo, como ocurrió con Sudáfrica donde los asesores de TransMilenio crearon un sistema de transporte masivo de pasajeros para atender la demanda de visitantes del pasado Mundial de Fútbol Sub 20.
Y ese mismo modelo de primer mundo se clona en las ciudades colombianas de Cali, Pereira, Cartagena, Barranquilla, Cúcuta y Medellín; y en algunas ciudades de Inglaterra y Estados Unidos.
"El TransMilenio ya es un orgullo capital para Colombia", comentó Edgar Enrique Sandoval, ex primer gerente general de esa empresa colombiana y actual consultor en sistemas BRT.
El sistema de transporte de Bogotá mueve diario 1.7 millones de personas todos los días en sus 82 kilómetros de corredores troncales, sus 1,200 autobuses articulados de lujo, con aire acondicionado y avisos electrónicos y motores de tecnología de punta. Son autobuses Mercedes Benz de cuarta generación.
Otros beneficios tangibles que ha dejado el sistema, según datos de octubre de 2010, son: disminuyó un 32% el tiempo de viaje, redujo un 40% las emisiones de gases contaminantes en la ciudad, permitió la chatarrización de 6,000 buses viejos que prestaban el servicio público colectivo y disminuyó en un 90% la tasa de accidentes.
El boleto costaba el año pasado 80 centavos de dólar ($9.60 al valor de $12 el dólar), pero el pasajero podría llegar a su destino con un solo boleto por medio de transbordos o conexiones con túneles peatonales que enlazaban a las terminales troncales o de servicios alimentadores, que son los que mueven a la gente a los barrios bogotanos.
Todo el sistema usa tarjetas de prepago, las unidades tienen lectores electrónicos y las estaciones cajeros de recarga.
La infraestructura la construyó los gobiernos municipales y nacional, los autobuses los administran las empresas concesionarias y las ganancias las administra una empresa fiduciaria.
Puso en operación el proyecto TransMilenio en la ciudad capital -Bogotá- y ahora exporta ese modelo colombiano a otras partes del mundo, como ocurrió con Sudáfrica donde los asesores de TransMilenio crearon un sistema de transporte masivo de pasajeros para atender la demanda de visitantes del pasado Mundial de Fútbol Sub 20.
Y ese mismo modelo de primer mundo se clona en las ciudades colombianas de Cali, Pereira, Cartagena, Barranquilla, Cúcuta y Medellín; y en algunas ciudades de Inglaterra y Estados Unidos.
"El TransMilenio ya es un orgullo capital para Colombia", comentó Edgar Enrique Sandoval, ex primer gerente general de esa empresa colombiana y actual consultor en sistemas BRT.
El sistema de transporte de Bogotá mueve diario 1.7 millones de personas todos los días en sus 82 kilómetros de corredores troncales, sus 1,200 autobuses articulados de lujo, con aire acondicionado y avisos electrónicos y motores de tecnología de punta. Son autobuses Mercedes Benz de cuarta generación.
Otros beneficios tangibles que ha dejado el sistema, según datos de octubre de 2010, son: disminuyó un 32% el tiempo de viaje, redujo un 40% las emisiones de gases contaminantes en la ciudad, permitió la chatarrización de 6,000 buses viejos que prestaban el servicio público colectivo y disminuyó en un 90% la tasa de accidentes.
El boleto costaba el año pasado 80 centavos de dólar ($9.60 al valor de $12 el dólar), pero el pasajero podría llegar a su destino con un solo boleto por medio de transbordos o conexiones con túneles peatonales que enlazaban a las terminales troncales o de servicios alimentadores, que son los que mueven a la gente a los barrios bogotanos.
Todo el sistema usa tarjetas de prepago, las unidades tienen lectores electrónicos y las estaciones cajeros de recarga.
La infraestructura la construyó los gobiernos municipales y nacional, los autobuses los administran las empresas concesionarias y las ganancias las administra una empresa fiduciaria.