Noticias de Yucatán
(alumbrado, despilfarro, corrupción)
El ex alcalde de Mérida César Bojórquez Zapata considera que el actual ayuntamiento incurrió en un error al decidir un programa para la renovación de las lámparas del alumbrado público del municipio, debido a que el que había era de los mejoresdel país y el mejor servicio público que había en su administración.
El costo del programa, mediante un contrato de arrendamiento financiero por $468.8 millones, "es exorbitante y constituye un dispendio en todos los sentidos", advierte el ex presidente municipal.
Tema: Notas de la Comuna
(alumbrado, despilfarro, corrupción)
No era necesario otro alumbrado, dice un ex alcalde Publicada: 18 septiembre 2011
El ex alcalde meridano César Bojórquez Zapata explica los inconvenientes que él ve al programa de renovación de alumbrado público (1)
El costo del programa, mediante un contrato de arrendamiento financiero por $468.8 millones, "es exorbitante y constituye un dispendio en todos los sentidos", advierte el ex presidente municipal.
Gasto exorbitante
César Bojórquez habla del cambio de luminarias Publicada: 18 septiembre 2011
César Bojórquez habla del cambio de luminarias Publicada: 18 septiembre 2011
El ex alcalde meridano César Bojórquez Zapata explica los inconvenientes que él ve al programa de renovación de alumbrado público (1)
El costo de cambiar todas las luminarias del alumbrado público de Mérida, mediante un contrato de arrendamiento financiero por $468.8 millones, "es exorbitante y constituye un dispendio en todos lo sentidos", advierte el ex alcalde César Bojórquez Zapata.
"La ciudad no necesitaba cambiar su alumbrado, el mejor servicio público que tenía", añade. "Eramos una de las ciudades mejor iluminadas del país, por la potencia de las lámparas, el número de focos per cápita y la capacidad de respuesta de las autoridades para responder a las fallas".
Pero ahora, dice el ex alcalde panista, con el plan de Angélica Araujo Lara de cambiar las lámparas de vapor de sodio de 100 watts por otras de inducción magnética de 60 y 40 watts, la calidad de la iluminación bajará sensiblemente.
Como ha publicado Central 9, ese plan implica la colocación de miles de luminarias de fabricación china, arrendadas al Ayuntamiento a precios muy altos, por dos empresas foráneas, ganadoras de una polémica licitación.
Especialistas consultados demuestran que el plan de la comuna viola la norma vigente en el país que regula el alumbrado público -que no prevé la colocación de lámparas de inducción magnética -, además de no contar con un estudio técnico de factibilidad, entre otras serias anomalías.
Para justificar su plan, añaden los reportajes de Central 9, la Comuna ha dicho que éste ahorrará 60% de energía eléctrica (con lo que se pagaría el arrendamiento de la luminarias), aumentará 30% el nivel de iluminación de la ciudad y disminuirá la contaminación.
Ayer publicamos que este plan no sería autofinanciable - costará $271 millones a los contribuyentes- y que hay dudas sobre su capacidad para aumentar la iluminación de la ciudad.
Entrevistado ayer sábado, Bojórquez Zapata, alcalde de Mérida en el trienio 2007-2010, ex director de la Japay y funcionario municipal con 19 años de experiencia -ingresó al Ayuntamiento en 1991, como subdirector de Alumbrado Público-, afirma que él nunca hubiese comprado lámparas que violen la norma mexicana en la materia. "Eso es elemental..., pero menos lo hubiese hecho a través de un arrendamiento financiero.
"Firmar un contrato de arrendamiento por $468.8 millones a cinco años me parece exorbitante. Esa cantidad casi equivale a $500 millones, igual a todo el presupuesto para obra pública de mi administración en 2008.
"Con ese dinero hicimos 85 kilómetros de calles y 25 parques, entre ellos una parte de Animaya, y nunca le dimos un contrato de esa tamaño a una sola empresa. Nuestro contrato más grande fue la construcción de la torre de Animaya, con un costo de $22 millones, que aún así lo dividimos en dos".
Bojórquez Zapata insiste en que la decisión del actual Ayuntamiento de pagar el cambio de luminarias con arrendamiento financiero es un error. "Cualquiera sabe que esa opción es cara a la larga. No te quedas con el bien o para hacerlo debes pagar una cantidad bastante considerable al final. ¿Qué pasará en el caso del arrendamiento de las luminarias? No sabemos, desconocemos los términos del contrato (que vence en 2016, cuatro años después de terminar el gobierno de Angélica Araujo). "Las cuentas no me cuadran", insiste Bojórquez.
No sólo se trata de un gasto exorbitante y poco claro, añade, "sino de un dispendio, en todos los sentidos".
"No entiendo cómo el Ayuntamiento decide cambiar el alumbrado, considerado el mejor servicio público municipal. A mí nunca me pasó por la mente hacerlo y conste que también recibimos a muchos vendedores de luminarias que trataban de vendernos espejitos... Nunca compramos una lámpara sin probarla antes".
Mérida, hasta antes de este plan, dice César Bojórquez, era considerada como una de las ciudades mejor iluminadas del país. En todas las calles había focos de 100 watts y de 150 watts en las avenidas. La seguridad de Mérida se debe, en mucho, a ese sistema de iluminación que ahora corre el riesgo de bajar su calidad con el plan de cambio de luminarias.
Según el ex alcalde, "la única forma de ahorrar en el alumbrado es sacrificando la calidad de la iluminación". El plan del Ayuntamiento, agrega, prevé sustituir las lámparas de 100 watts de vapor de sodio por lámparas de inducción magnética de 60 y 40 watts, principalmente.
El nivel de iluminación de la ciudad disminuirá por el bajo voltaje de los focos y por las características propias de las lámparas de inducción (menos intensidad de luz) y de las luminarias que las contienen. Estas no pueden difundir la luz eficazmente a lo largo de la distancia entre postes, lo que genera áreas con poca iluminación ("efecto cebra").
Además, dice el ex alcalde, no hay un modo confiable de medir el ahorro de una nueva luminaria. Apenas el 35% del alumbrado de la ciudad tiene un sistema de medición del consumo de energía. El resto, el 65%, no lo tiene. Aquí, la Comisión Federal de Electricidad sólo estima el consumo. Entonces, ¿cómo podremos saber si el cambio de luminarias es eficaz y cuánto disminuirá el Derecho de Alumbrado Público que se cobra a la gente?
Bojórquez Zapata ve otros graves problemas a este plan del Ayuntamiento. "¿Dónde se pondrán las miles de lámparas de vapor de sodio que quitarán?", pregunta. "No hay bodegas para guardar todos esos artículos. Donarlas o venderlas tampoco es una opción fácil, porque requiere de un trámite muy engorroso en el Cabildo. Por esto debemos preguntarnos en voz alta otra vez ¿qué hará el Ayuntamiento con ellas?"- HERNAN CASARES CAMARA.
Para justificar su plan, añaden los reportajes de Central 9, la Comuna ha dicho que éste ahorrará 60% de energía eléctrica (con lo que se pagaría el arrendamiento de la luminarias), aumentará 30% el nivel de iluminación de la ciudad y disminuirá la contaminación.
Ayer publicamos que este plan no sería autofinanciable - costará $271 millones a los contribuyentes- y que hay dudas sobre su capacidad para aumentar la iluminación de la ciudad.
Entrevistado ayer sábado, Bojórquez Zapata, alcalde de Mérida en el trienio 2007-2010, ex director de la Japay y funcionario municipal con 19 años de experiencia -ingresó al Ayuntamiento en 1991, como subdirector de Alumbrado Público-, afirma que él nunca hubiese comprado lámparas que violen la norma mexicana en la materia. "Eso es elemental..., pero menos lo hubiese hecho a través de un arrendamiento financiero.
"Firmar un contrato de arrendamiento por $468.8 millones a cinco años me parece exorbitante. Esa cantidad casi equivale a $500 millones, igual a todo el presupuesto para obra pública de mi administración en 2008.
"Con ese dinero hicimos 85 kilómetros de calles y 25 parques, entre ellos una parte de Animaya, y nunca le dimos un contrato de esa tamaño a una sola empresa. Nuestro contrato más grande fue la construcción de la torre de Animaya, con un costo de $22 millones, que aún así lo dividimos en dos".
Bojórquez Zapata insiste en que la decisión del actual Ayuntamiento de pagar el cambio de luminarias con arrendamiento financiero es un error. "Cualquiera sabe que esa opción es cara a la larga. No te quedas con el bien o para hacerlo debes pagar una cantidad bastante considerable al final. ¿Qué pasará en el caso del arrendamiento de las luminarias? No sabemos, desconocemos los términos del contrato (que vence en 2016, cuatro años después de terminar el gobierno de Angélica Araujo). "Las cuentas no me cuadran", insiste Bojórquez.
No sólo se trata de un gasto exorbitante y poco claro, añade, "sino de un dispendio, en todos los sentidos".
"No entiendo cómo el Ayuntamiento decide cambiar el alumbrado, considerado el mejor servicio público municipal. A mí nunca me pasó por la mente hacerlo y conste que también recibimos a muchos vendedores de luminarias que trataban de vendernos espejitos... Nunca compramos una lámpara sin probarla antes".
Mérida, hasta antes de este plan, dice César Bojórquez, era considerada como una de las ciudades mejor iluminadas del país. En todas las calles había focos de 100 watts y de 150 watts en las avenidas. La seguridad de Mérida se debe, en mucho, a ese sistema de iluminación que ahora corre el riesgo de bajar su calidad con el plan de cambio de luminarias.
Según el ex alcalde, "la única forma de ahorrar en el alumbrado es sacrificando la calidad de la iluminación". El plan del Ayuntamiento, agrega, prevé sustituir las lámparas de 100 watts de vapor de sodio por lámparas de inducción magnética de 60 y 40 watts, principalmente.
El nivel de iluminación de la ciudad disminuirá por el bajo voltaje de los focos y por las características propias de las lámparas de inducción (menos intensidad de luz) y de las luminarias que las contienen. Estas no pueden difundir la luz eficazmente a lo largo de la distancia entre postes, lo que genera áreas con poca iluminación ("efecto cebra").
Además, dice el ex alcalde, no hay un modo confiable de medir el ahorro de una nueva luminaria. Apenas el 35% del alumbrado de la ciudad tiene un sistema de medición del consumo de energía. El resto, el 65%, no lo tiene. Aquí, la Comisión Federal de Electricidad sólo estima el consumo. Entonces, ¿cómo podremos saber si el cambio de luminarias es eficaz y cuánto disminuirá el Derecho de Alumbrado Público que se cobra a la gente?
Bojórquez Zapata ve otros graves problemas a este plan del Ayuntamiento. "¿Dónde se pondrán las miles de lámparas de vapor de sodio que quitarán?", pregunta. "No hay bodegas para guardar todos esos artículos. Donarlas o venderlas tampoco es una opción fácil, porque requiere de un trámite muy engorroso en el Cabildo. Por esto debemos preguntarnos en voz alta otra vez ¿qué hará el Ayuntamiento con ellas?"- HERNAN CASARES CAMARA.
Tema: Notas de la Comuna
En contexto:
En sus propias palabras
César Bojórquez Zapata
"Durante mi gestión como alcalde me enfrenté varias veces a la disyuntiva de elegir entre el arrendamiento financiero y el crédito bancario para financiar la obra pública. Siempre escogí el crédito bancario: es más barato y se puede pagar en el mismo periodo de la gestión.
"Ese fue mi caso. Con el permiso del Cabildo solicitamos un crédito bancario de $130 millones, que pagamos al término de la administración. Con eso construimos calles y parques y adquirimos 25 camiones para la basura. El vehículo más caro nos costó $750,000. Al final del gobierno, dejamos los 25 camiones en muy buen estado. Muchos querrían comprarlos, pero la nueva alcaldesa, apenas llegó, contrató un arrendamiento de $44 millones para comprar 32 vehículos, entre volquetes, pipas, camiones, camioncitos... Si divido $44 millones entre 32, me da un promedio de $1.375,000, mucho más de lo que nosotros pagamos por el mejor camión recolector de basura en el país en 2008"
César Bojórquez Zapata
"Durante mi gestión como alcalde me enfrenté varias veces a la disyuntiva de elegir entre el arrendamiento financiero y el crédito bancario para financiar la obra pública. Siempre escogí el crédito bancario: es más barato y se puede pagar en el mismo periodo de la gestión.
"Ese fue mi caso. Con el permiso del Cabildo solicitamos un crédito bancario de $130 millones, que pagamos al término de la administración. Con eso construimos calles y parques y adquirimos 25 camiones para la basura. El vehículo más caro nos costó $750,000. Al final del gobierno, dejamos los 25 camiones en muy buen estado. Muchos querrían comprarlos, pero la nueva alcaldesa, apenas llegó, contrató un arrendamiento de $44 millones para comprar 32 vehículos, entre volquetes, pipas, camiones, camioncitos... Si divido $44 millones entre 32, me da un promedio de $1.375,000, mucho más de lo que nosotros pagamos por el mejor camión recolector de basura en el país en 2008"