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La carretera a Ek Balam, una traba para su desarrollo
En pleno período de mayor atención mundial a la civilización maya, la zona arqueológica de Ek Balam tiene una dificultad extra para captar turistas debido a que su carretera de acceso está deteriorada, llena de baches.
El tramo final de unos dos kilómetros que llevan a esa antigua ciudad precolombina está casi intransitable. A los conductores de vehículos que visitan el sitio les resulta imposible esquivar los hoyancos debido a la cantidad de estos y la forma como están distribuidos.
Empleados de esa zona prehispánica indicaron que la carretera comenzó a deteriorarse hace mucho tiempo debido a la falta de mantenimiento. A los primeros agujeros que salieron les siguieron otros más, y todos crecen en tamaño y profundidad conforme avanza la temporada de lluvias y el paso de automóviles y autobuses con visitantes.
Esa dificultad para transitar también afecta a la comunidad indígena a cargo del cenote Xcanché, centro de un proyecto de ecoturismo que da sustento a varias familias de la zona. Para llegar al cenote y sus instalaciones hay que entrar a Ek Balam, de modo que es necesario usar la carretera dañada.
La carretera a Ek Balam, una traba para su desarrollo
Publicada: Miércoles, 13 de junio de 2012 3:00 am | Mérida
En esa misma zona están las cabañas Uh-Najil, otro sitio de turismo de naturaleza administrado por una comunidad indígena.
Otro sitio prehispánico con dificultad para captar turistas son las grutas de Balancanché, cerca de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
El problema ahí radica en que se requiere un mínimo de cinco o seis personas para dar acceso al lugar, según explicó un empleado del INAH a cargo de autorizar la entrada.
Debido a ello es común que arriben viajeros y se retiren sin visitar el sitio, pues con frecuencia pasan las horas sin que se logre reunir el mínimo de visitantes. El acceso a esas grutas, en cuyo interior hay vestigios mayas, es cada hora.
Para entrar a Balancanché hay que pagar un boleto al gobierno estatal, que administra el parador turístico, y otro al INAH.
Sin embargo, esta dependencia federal permite que los domingos los visitantes nacionales entren gratis, pero el gobierno estatal no hace esa consideración, cobra la entrada todos los días.
A pesar de ello, no da el mantenimiento adecuado al parador, siendo un ejemplo las viejas fotografías de las grutas que exhibe en el parador, las imágenes ya perdieron su color y no cumplen su función de mostrar los atractivos del sitio.- Hansel Vargas Aguilar
De un vistazo
Perjudicados
Las malas condiciones de la carretera a la zona arqueológica de Ek Balam no sólo afectan al sitio, sino también a la comunidad indígena a cargo del cenote Xcanché, centro de un proyecto de ecoturismo que da sustento a varias familias de la zona y a las cabañas Uh-Najil, otro sitio de turismo ecológico también administrado por una comunidad indígena.
Cuotas
Las grutas de Balancanché, cercanas a Chichén Itzá, están a cargo del INAH y del gobierno estatal. Para ingresar se requiere un grupo mínimo de cinco personas y aunque la dependencia federal no cobra cuota dominical, el gobierno sí.