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Fernando González López, en entrevista con el Diario, sobre la actuación del Juzgado Familiar
Lunes, 20 de julio de 2015 - Edición impresa
“¿Dónde quedan los derechos de los niños?”, es una de las preguntas que se formuló Fernando González López, a quien hace unos días lo separaron de un hijo suyo que tenía a su cuidado.
“Mi hijo ha expresado que no quiere estar con su mamá (Leticia Margarita Aldana Marcín), ese día lloró, gritó, pero no hubo compasión por el sufrimiento”, dijo al recordar parte de lo vivido la semana pasada.
El menor, como informamos, fue “recuperado” por orden de un juzgado familiar a fin de que el niño sea integrado a su madre.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) intervino en el caso, a solicitud de ese juzgado. Los policías, al ver que el niño se resistía a ir con su madre, lo tomaron de la mano, lo subieron a una patrulla y se lo llevaron.
Los agentes policiacos fueron vistos después en un despacho jurídico.
“¿Era necesario todo ese sufrimiento para mi hijo?”, fue otra de las preguntas de González López, en una entrevista en el Diario.
Relató que ha tenido problemas con su esposa, con quien tiene dos hijos.
Viven separados y luego de varios meses de convivir con los niños, cada quien en su casa, hubo un cambio radical: no le permitieron ver a ninguno de los menores.
“Un día recibí una llamada, mi hijo se escapó de su mamá y se refugió en una farmacia. Me hablaron, fui por el niño y desde ese entonces (hace seis meses) lo tenía conmigo.
“Lo llevé a declarar en la Fiscalía y el niño dijo que no quería estar con su madre. Se le hicieron exámenes y se determinó su buen estado de salud y emocional.
“Sé que sufre porque no está conmigo y temo que hagan otra cosa que ponga en peligro su integridad”, señaló González López.
El informante señaló que considera que el Juzgado 3o. Familiar “turno vespertino” no ha hecho su labor adecuadamente, ya que sin tomar en cuenta al menor determina dejarlo en manos de quien el niño no quiere.
El niño tiene ocho años. A una hija suya no la ha visto desde hace un año porque su esposa no se lo permite.
Uno de los trámites que ha realizado para revertir la situación es acudir a la Codhey, donde demandó a las juezas que ordenaron la separación del pequeño.
También acudió a la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa) para que le permitan convivir con sus hijos.
