Noticias de Yucatán
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La playa de Progreso fue escenario de un nuevo caso de maltrato contra caballos en Yucatán, donde es bien conocido el trato indigno que tierreros les dan a sus animales de trabajo.
En esta ocasión los protagonistas del trato cruel contra animales fueron dos adolescentes que, por instrucciones de dueños de un rancho, domaban a dos equinos, pero con metodos bárbaros y hasta sangrientos.
El caso fue detectado porque además estos jóvenes utilizaban la playa donde se ubica una cancha de futbol playero, y usuarios se quejaron de la contaminación con las heces de los equinos.
Al aproximarse, unos policías detectaron que los caballos estaban sangrando de los costados porque los adolescentes le clavaban con coraje las espuelas.
En su “defensa”, alegaron que los castigan con las espuelas debido a que tienen que ser domados y este es el método para evitar que tiren al jinete, además de que tienen que ser obedientes y aprender a correr para poder llevarlos a las corridas de toros.
Sin embargo, los policías municipales de Progreso únicamente les pidieron que se retiraran de la playa y les pidieron que fueran a entrenar los caballos a sus ranchos.
Imagen ilustrativa |
La playa de Progreso fue escenario de un nuevo caso de maltrato contra caballos en Yucatán, donde es bien conocido el trato indigno que tierreros les dan a sus animales de trabajo.
En esta ocasión los protagonistas del trato cruel contra animales fueron dos adolescentes que, por instrucciones de dueños de un rancho, domaban a dos equinos, pero con metodos bárbaros y hasta sangrientos.
El caso fue detectado porque además estos jóvenes utilizaban la playa donde se ubica una cancha de futbol playero, y usuarios se quejaron de la contaminación con las heces de los equinos.
Al aproximarse, unos policías detectaron que los caballos estaban sangrando de los costados porque los adolescentes le clavaban con coraje las espuelas.
En su “defensa”, alegaron que los castigan con las espuelas debido a que tienen que ser domados y este es el método para evitar que tiren al jinete, además de que tienen que ser obedientes y aprender a correr para poder llevarlos a las corridas de toros.
Sin embargo, los policías municipales de Progreso únicamente les pidieron que se retiraran de la playa y les pidieron que fueran a entrenar los caballos a sus ranchos.