El agente Miguel Antonio Bacab Ku aclara que no tiene “una ligera gastritis”, como dijo el director jurídico de la Comuna, Miguel Antonio Oropeza Cervantes, y reiteró que fue estropeado por otros policías municipales por revelar la tortura a un detenido.
—Todavía sigo con fuertes dolores en la columna vertebral y en mis abdominales —asegura el afectado, quien además sufre trastornos, como dificultades para hablar y visibilidad borrosa, como consecuencia de los numerosos golpes que recibió “a puño cerrado y patadas”.
Los trastornos y golpes aparecen en el reporte médico de pruebas realizadas en hospitales de Mérida que Bacab Ku presenta para desmentir los señalamientos de Oropeza Cervantes.
—Yo fui torturado al igual que “Xix” (Francis Andrey Ávila Basto). Lo mismo me hicieron, no tengo cómo comprobar la tortura, pero si puedo señalar quiénes fueron (los policías que lo golpearon) —asegura.
—Me tiraron gases lacrimógenos en los ojos —sostiene Bacab Ku, quien destaca que sí “hay una deman-da” contra quienes lo golpea-ron y dejaron incapacitado.
—Yo sólo quiero que paguen los que me golpearon, porque el castigo que recibí no se lo deseo ni a mi peor enemigo —dice Bacab Ku con lágrimas en los ojos.
También dijo que “la gran ayuda” que ha recibido de la Comuna ha sido “sólo paracetamol” y el pago atrasado de su quincena, $600, cantidad que “no me alcanza para mucho, sólo en medicamentos se gasta. Megamedia.
