La Suprema Corte de Rusia determinó, este jueves, que los miembros de la religión Testigos de Jehová son un grupo “extremista”, por lo que prohibió sus actividades en todo el país y tras el fallo podrían ser considerados como una red criminal.
A través de un comunicado de prensa, Yuri Ivanenko, miembro de la corte dijo que, “el tribunal falló a favor de la demanda del Ministerio de Justicia al calificar al Centro Administrativo de los Testigos en Jehová en Rusia como una organización extremista, eliminarla y prohibir su actividad en el país“.
Por lo anterior, el gobierno ruso tendrá la facultad de confiscar todos sus bienes e incluir los textos de esta organización en su lista de literatura extremista prohibida.
En tanto, fiscales rusos han presentado demandas donde acusaron que dicha religión “destruye familias, fomenta el odio y amenaza la vida”.
Por su parte, los líderes de esta religión dijeron que lo anterior es una visión errónea de las actividades que practican y promueven.
Adelantaron que acudirán a la Corte Europea de Derechos Humanos – esta es la única instancia que les podría ayudar–, ya que las decisiones del Tribunal Supremo son inobjetables.
A través de un comunicado de prensa, Yuri Ivanenko, miembro de la corte dijo que, “el tribunal falló a favor de la demanda del Ministerio de Justicia al calificar al Centro Administrativo de los Testigos en Jehová en Rusia como una organización extremista, eliminarla y prohibir su actividad en el país“.
Por lo anterior, el gobierno ruso tendrá la facultad de confiscar todos sus bienes e incluir los textos de esta organización en su lista de literatura extremista prohibida.
En tanto, fiscales rusos han presentado demandas donde acusaron que dicha religión “destruye familias, fomenta el odio y amenaza la vida”.
Por su parte, los líderes de esta religión dijeron que lo anterior es una visión errónea de las actividades que practican y promueven.
Adelantaron que acudirán a la Corte Europea de Derechos Humanos – esta es la única instancia que les podría ayudar–, ya que las decisiones del Tribunal Supremo son inobjetables.