La anorexia en tiempos de social media

23 junio 2017
Mucho nos hemos preguntado sobre la realidad detrás de los perfectos cuerpos de Instagram, decenas de polémicas han inundado los titulares y nuestra incertidumbre acosa continuamente a las fitbloggers en las redes sociales, ante las cuales, algunas han decidido pronunciarse al respecto.
La primera fue Julie Ledbetter, una ex competidora del universo fitness que rompió los mitos sobre los cuerpos con bajo porcentaje de grasa y habló de los sacrificios para mantenerse en su peso “ideal”. A través de un video, Ledbetter explicó los trastornos que sufrió y contando cada caloría. “Mido 1.72 cm, pesaba 50 kg y me sentía gorda, honestamente creía que ver mis huesos en mis brazos y en abdomen era atractivo”, narró en su publicación.
Posteriormente, fue el turno de Alexis Ren, dueña del cuerpo más deseado de Instagram y quien, luego de haber afirmado en octubre de 2016 que todas sus fotografías eran libres de photoshop y mostraban el fruto de sus interminables y duras jornadas de entrenamiento, cambió esa versión por una mucho más rebuscada. Su figura de maniquí escondía un secreto que iba más allá de una rigurosa dieta: un trastorno alimenticio. A través de su cuenta de Twitter, la blogger compartió su verdad, relatando una relación tóxica con la comida que la llevaba a hacer ejercicio en exceso para eliminar sentimientos de culpa y frustración. Fue después de que la madre de la modelo falleció, hace tres años, que Alexis busco resguardo en la alimentación y ganó un poco de peso y tras una llamada de atención de su agente, comenzó a ejercitarse de manera compulsiva. “Todo el mundo me decía, ‘Alexis, ¿qué estás haciendo?’", explicó, “pero yo sentía que mi cuerpo era el único motivo por el que yo gustaba”. Para lidiar con sus problemas, decidió refugiarse en su  casa de Los Ángeles y acudir a un especialista que introdujo nuevos hábitos alimenticios en su dieta. Hoy, Alexis se declara completamente sana, sin embargo, sus fotografías han vuelto a la normalidad y en social media dejan la puerta abierta a la duda.
Por su parte, Lily Collins y Netflix han decidido participar en el debate con una película que promete ser la nueva “13 Reasons Why” y cuyo estreno está programado para julio. “Hasta los huesos” es una historia que habla abiertamente sobre los trastornos alimenticios. Ellen (Lily Collins) es la reina de contar calorías (280 la carne de cerdo, 350 los noodles, 150 el pan y 75 la mantequilla) y rige su vida bajo la frase “tengo todo bajo control”, pero en realidad padece de una lucha constante contra una anorexia que la consume. La crudeza de cada escena trabajada bajo un toque de humor ácido, hacen de esta puesta una favorita para el verano y un capítulo nuevo en una historia sin fin llamada anorexia.
Para los que crecimos en los noventas, los nombres “Ana” y “Mia” representan una parada obligatoria de nuestra juventud a través de decenas de boards en Pinterest bajo la palabra “fitspo” y hoy parece que cuentan con una versión 2.0 escondida en el hashtag #bodygoals y en las cuentas de flaquísimas influencers que presumen de comer de todo con figuras que demuestran lo contrario. Las celebridades no se quedan atrás y nombres como Troian Bellisario, Lindsay Lohan, Nicole Richie, Mischa Barton, y Hillary Duff componen la interminable lista de actrices que han sufrido este padecimiento. ¿Cuál será el futuro para los trastornos? ¿Podremos algún día librarnos de ellos? Porque en el mundo en el que vivimos, con redes sociales 24/7 y los ojos del mundo observando cada movimiento, las exigencias cada día son mayores y los límites inexistentes.
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