Noticias de Yucatán
Instagram y Snapchat son las redes sociales que más
efectos negativos causan en sus usuarios. En el otro lado de la escala se
encuentra YouTube, la red social que más efectos positivos tiene en la salud
mental y el ánimo de los jóvenes.
Pese a la enorme cantidad de ventajas que las redes sociales
aportan, el uso de algunas de las plataformas puede alterar el estado de ánimo
y el bienestar de los usuarios debido al contenido que ahí se vierte, sin que
los usuarios estén expuestos necesariamente a contenido violento o de verdad
apócrifa.
Es innegable la popularidad que las redes sociales han
alcanzado. Sería innecesariamente reiterativo mencionar que la comunicación
humana se ha modificado para siempre o que hemos cambiado la forma en la que
compartimos información. Las redes sociales han permeado a casi todos los
aspectos de la vida común, pero no nos habíamos enfocado en hacer un balance de
la forma en la que afecta nuestras vidas.
Por más que siempre existan diferencias sustanciales
entre los individuos de todo el mundo, lo cierto es que aún hay factores que
nos agrupan en categorías compartidas. Plataformas como Facebook, Twitter
e Instagram son utilizadas por una de cada cuatro personas en todo el mundo y
los cambios que el uso genera en los usuarios o en su hábitos son perceptibles
rara vez han sido medidos.
Si bien el acceso a estas plataformas presenta grandes
oportunidades para la innovación, el aprendizaje y la creatividad, existe
evidencia emergente que genera preocupaciones acerca de las implicaciones
potenciales para la salud mental de los usuarios. Según un estudio del 2015 de
la Universidad de Ámsterdam, Holanda, se piensa que la adicción a las
redes sociales afecta a alrededor del 5% de los jóvenes, y esas plataformas se
describen como más adictivas que los cigarrillos o el alcohol.
Las plataformas sociales, que se supone que ayudan a la
comunicación, pueden entonces estar alimentando ciertas crisis de salud mental
en la población de usuarios, sobre todo en la de los usuarios más jóvenes que
son los que están más expuestos a las consecuencias negativas de este tipo de
plataformas. Al menos esta es la idea que se desprende de un estudio realizado
este año por la Royal Society for Public Health y la asociación Young Health
Movement, ambas organizaciones basadas en el Reino Unido.
En su estudio #StatusOfMind, liberado recientemente, se
examinan los efectos positivos y negativos de las redes sociales en la salud
mental de los jóvenes. Con este estudio no se pretende criticar el uso, ni
tampoco demostrar que son herramientas negativas.
Según el estudio, los usuarios de redes sociales están
expuestos a diferentes tipos de efectos negativos, entre los que se incluyen,
ansiedad y depresión, afectaciones del ciclo de sueño, afectaciones en el
concepto de la imagen del cuerpo, ciberbullying o el miedo a perderse de algo.
Según los hallazgos de este estudio, el uso de redes
sociales, sobre todo en adolescentes, está relacionado con el incremento en los
casos de ansiedad, depresión y trastornos del sueño.
El estudio también contempla los efectos positivos del
uso de estas plataformas: Acceso a conocer las experiencias positivas de otros
usuarios o información positiva, apoyo emocional y construcción de comunidad,
acceso a la expresión y autoconocimiento y la posibilidad de crear y mantener
relaciones interpersonales duraderas.
El estudio encontró que la red social con efectos
más negativos en la población joven es Instagram, seguida por Snapchat.
Facebook y Twitter se colocan en un nivel medio de bienestar y YouTube se
coloca como la red social con efectos más positivos en los usuarios.
El estudio es el resultado de una encuesta realizada a
1,500 jóvenes del Reino Unido. La mitad de los jóvenes encuestados reportó
niveles exacerbados de ansiedad tras usar Instagram o Facebook. Siete de cada
10 dijo que Instagram los hizo sentir mal con su imagen corporal y dos de cada
tres dijeron que el ciberbullying es peor en Facebook.
Para poder contrarrestar los efectos negativos causados
por el uso de las plataformas sociales, el estudio recomienda algunas acciones
para contrarrestar estos efectos. Hay tres que pueden ser aplicables en una
escala mundial:
Incluir un mensaje que salte en la pantalla y advierta
cuando el uso de las redes sociales ha sido excesivo.
Que las plataformas sociales identifiquen a los usuarios
que podrían estar sufriendo de problemas de salud mental y que discretamente
alerten a los otros usuario para que los apoyen.
Que las redes sociales destaquen la fotos que han sido
manipuladas digitalmente con una marca de agua.
Las formas y las maneras en las que nos comunicamos ha
cambiado. Con las redes sociales, el efecto exacto sobre la salud mental, el bienestar
emocional y la fisiología de algo tan novedoso es aún un misterio. Los jóvenes,
los adolescentes y los que están en una edad adulta temprana viven un momento
crucial y vulnerable para su desarrollo social y emocional, lo que significa
que es importante comprender los efectos de las redes sociales sobre su salud
en esta etapa.