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El técnico Juan Carlos Osorio siempre habla de Hirving Lozano: que el muchacho de 22 años se benefició con las rotaciones, que el canterano del Pachuca tiene calidad para brillar en Europa, que el jugador del PSV Eindhoven podría ser una de las figuras del Tricolor, que el Chucky no tiene límites. Ese joven, que lleva seis goles en el Viejo Continente, entró a atajar las críticas contra el colombiano, anotó el gol del empate, el mismo que enfiló a la selección mexicana hacia al triunfo por 3-1 sobre Trinidad y Tobago.
Entre la Ciudad de México y San Luis Potosí hay más de 400 kilómetros de distancia, no importa, desde el Alfonso Lastras, casa de una de las franquicias del Atlético de Madrid, se alzó el puño para recordar a los que murieron el 19 de septiembre, por un temblor que azotó a la capital, y se entonó el himno nacional. En la parafernalia también apareció Frida, la perrita que ha rescatado a más de 50 personas durante su servicio en la Marina, y se prometió que se donarían 14 millones de pesos a los damnificados. El grito de “Eeeh..Putoo”, por algunos instantes, se cambió por “¡¡¡Fuerza México!!!”. El prólogo a un partido que le costaría al Tricolor y que acabaría ganando en los últimos minutos.
En el lado opuesto estaba Trinidad y Tobago, la carne de cañón de un compromiso que buscaba dar por todos lados muestras de solidaridad con la población de México. Los Trinitarios parecieron no escuchar las promesas de sus rivales y se dedicaron a hacer lo suyo, presionar en la salida, frenar a patadas a los jugadores mexicanos y confiar en salir con alguna unidad de San Luis Potosí.
Hasta el minuto 66, el equipo que había cumplido su cometido era el que juega en el Caribe. Trinidad y Tobago tenía la ventaja gracias a que Carlos Salcedo perdió el duelo en un remate de cabeza aunado a una pincelada Shahdon Winchester.
El número nueve de Trinidad aprovechó la única oportunidad que tuvo su equipo en el complemento. En el mano a mano con José de Jesús Corona, engañó que iba a tirar con la izquierda y puso la pelota en el ángulo con la pierna derecha.
El 1-0 que reactivaba las críticas contra Juan Carlos Osorio y le ponían como un terco al continuar con sus rotaciones. El fuego contra el colombiano se apagó en los últimos 12 minutos de juego, 15 si se cuenta el tiempo de reposición.
Su mejor carta, su muchacho, Lozano, que entró en el 56’, anotó el 1-1, tras un pase de Miguel Layún y desató al Tricolor. Después de él, apareció el Chicharito, que con un remate de cabeza festejó el 2-1 y la cuenta la cerró otro de los hombres en los que más confía el cafetalero.
En el 93’, Héctor Herrera cobró un tiro libre que terminó en el fondo de la portería de Trinidad y Tobago. “Una victoria por México”, dijo Chicharito, al final del encuetro.
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