Noticias de Yucatán
(apro).- La Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) aseguró que en México “sigue estancada la pobreza
y persiste la desigualdad”, tomando en cuenta que 16 de cada 100 mexicanos
tienen un ingreso que los mantiene debajo de esa línea.
Eso ocurre a pesar de que las reformas económicas
impulsadas por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto incrementaron el
empleo formal, precisó el organismo al dar a conocer su informe Perspectivas
económicas.
De acuerdo con la OCDE, en México 20% de los ciudadanos
que se encuentra en la parte más alta de la pirámide del ingreso en el país
gana 10 veces más que aquellos que están en el opuesto, en el 20% de la base.
Según las mediciones del organismo, 16 de cada 100
mexicanos tienen un ingreso que los mantiene debajo de la línea de pobreza, la
cuarta proporción más elevada entre los países que lo integran. En las
mediciones nacionales, 40 de cada 100 personas no pueden comprar con su salario
una canasta básica de consumo, apuntó.
Agregó que las políticas monetaria y fiscal, determinadas
por el Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Hacienda, respectivamente,
“no están respaldando el crecimiento” económico, y en ese sentido propuso
reforzar los programas sociales.
“Reforzar el gasto social en programas para erradicar la
pobreza extrema, como Prospera, debería ser también una prioridad en el futuro.
La simplificación de los procedimientos administrativos para poder acceder a
las transferencias sociales y el apoyo a la labor de los trabajadores sociales
con familias marginadas, sobre todo en zonas remotas del sur, son también
aspectos cruciales para resolver la pobreza extrema”, planteó.
De acuerdo con el informe de la OCDE, la inflación ha
desbordado con creces la meta del Banco de México (Banxico) –que es de 3% y
ahora se sitúa en 6.3%– como consecuencia de la depreciación acumulada del peso
durante 2017 y de la progresiva liberalización de los precios nacionales de los
carburantes.
Cuando la inflación regrese hacia la meta, el banco
central tendrá margen para relajar su posición y apoyar el crecimiento del
crédito y la inversión, consideró.
En la parte fiscal, el organismo apuntó que la deuda
pública registró un aumento sostenido que la llevó de representar un monto
equivalente a 43% del producto interno bruto (PIB) en 2012 hasta más de 58% en
2016, lo que propició que las agencias de calificación modificasen de estable a
negativa su perspectiva de la deuda soberana de México.
En 2013 el gobierno se comprometió con un plan de
consolidación fiscal plurianual destinado a estabilizar la proporción de deuda
respecto al PIB, lo que se ha alcanzado gracias a los ingresos fiscales
adicionales derivados de la ampliación de la base tributaria, pero también
mediante la reducción de la inversión pública, con las potenciales
implicaciones negativas para el crecimiento a largo plazo, detalló.
Según la OCDE, las altas transferencias están
contribuyendo a los buenos resultados fiscales previstos en 2017, pero es
improbable que estos vuelvan a repetirse en los próximos años, lo que coloca
más presión sobre el gasto.