Noticias de Yucatán
Una explosión ocurrió cerca de la hora y posición
reportada por el submarino argentino ARA San Juan antes de desaparecer en el
Atlántico Sur hace ocho días, confirmó ayer la Armada Argentina. La noticia
llenó de dolor, llanto y furia el ambiente de la base naval de la ciudad de Mar
del Plata, donde desde hace días los familiares de los 44 miembros de la
tripulación esperaban noticias.
“Se ratifica y se confirma” la explosión, dijo por
la tarde el portavoz de la fuerza castrense, Enrique Balbi, a los medios en la
sede central de la Armada en Buenos Aires, y añadió que no se descarta “nada”
porque todavía falta por saber “dónde está el submarino”, para lo que está
desplegado un intenso operativo de búsqueda con apoyo de diversos países.
En la mañana, Balbi había informado que se registró un
“evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una
explosión” en la zona en la que el submarino se comunicó con su base por última
vez hace ocho días. Cuestionado sobre si puede haber supervivientes, el vocero
dijo que “hasta que no tengamos una evidencia certera de
dónde está el submarino, no podemos concluir con una afirmación contundente”
Los familiares reaccionaron con rabia. “Son perversos y nos manipularon. Ellos
sabían [que el submarino había explotado]”, dijo a periodistas
Itatí Leguizamón, esposa del radarista del submarino Germán Suárez, a
periodistas en la base naval de Mar del Plata, destino al que debía arribar la
embarcación. “No nos dijeron la palabra ‘muertos’, pero ¿qué se puede
entender’”, expresó con enojo. Los familiares no dejaron que las autoridades
navales terminaran de leer el informe en medio de amplias reacciones de ira,
según contó Leguizamón.
“Mataron a mi hermano, hijos de p%@#. Mataron a mi
hermano porque los sacan a navegar atados con alambre”, gritó en tanto un
hombre que salía en un auto de la base militar. Muchos creen que el caso puede
haber sido consecuencia de los escasos recursos y la falta de capacitación de
las Fuerzas Armadas de Argentina, desde que acabó la dictadura militar a
principios de la década de 1980.
“Me quedé viuda con un nene
de 11 meses”, dijo a periodistas con la voz quebrada Jessica
Gopar, esposa de Fernando Santilli, uno de los tripulantes. “No volvieron y no van a volver nunca
más. Y no sé si van a volver sus cuerpos, eso es lo que más me duele, porque no
sé si podré llevarle una flor”, se lamentó.
Luis Tagliapietra, padre de otro de los tripulantes, dijo
a Radio La Red que una autoridad de la base confirmó que “están todos muertos”
por el estallido, que habría ocurrido a una profundidad de entre 200 y mil
metros. “No hay ser humano que sobreviva a eso”.
Marta Yáñez, la juez argentina encargada de investigar el
caso, aseguró que aún es “apresurado aventurar cualquier hipótesis”, mientras
desde España, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, tuiteó: “Lamento el dolor de las familias y
compañeros de los tripulantes del submarino desaparecido. España acompaña en
estos momentos difíciles al pueblo de nuestra querida Argentina”.