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El papa Francisco criticó hoy a los "traidores" en el seno de la Curia Romana y reivindicó su liderazgo al frente de la Iglesia católica en su tradicional discurso navideño dirigido a los órganos de Gobierno de la Santa Sede.
El pontífice advirtió contra el peligro que representan “las personas que han sido seleccionadas con cuidado para dar mayor vigor al cuerpo y a la reforma, pero, al no comprender la importancia de sus responsabilidades, se dejan corromper por la ambición o la vanagloria”.
Y cuando esas personas "son delicadamente apartadas, se autodeclaran equivocadamente mártires del sistema, del ‘papa desinformado’, de la ‘vieja guardia’…, en vez de entonar el ‘mea culpa’”, denunció el papa.
A lo largo de este año, varios ex colaboradores de la Curia habían hablado de la supuesta existencia de intrigas en el Vaticano. Al respecto, Francisco afirmó que es muy importante "superar la desequilibrada y degenerada lógica de las intrigas o de los pequeños grupos que en realidad representan, a pesar de sus justificaciones y buenas intenciones, un cáncer que lleva a la autorreferencialidad, que se infiltra también en los organismos eclesiásticos en cuanto tales y, en particular, en las personas que trabajan en ellos”.
Los trabajadores de la Curia deben servir como "antenas sensibles" para "transmitir fielmente la voluntad del Papa y de los Superiores", explicó.
El papa ya había aprovechado en años pasados su discurso navideño ante la Curia Romana, al que siempre asisten numerosos cardenales, para dirigir duras críticas a los órganos de Gobierno del Vaticano y de la Iglesia católica.
El papa Francisco criticó hoy a los "traidores" en el seno de la Curia Romana. Foto: EFE
Por ejemplo, el argentino diagnosticó 15 enfermedades en la Curia, entre ellas "alzhéimer espiritual", megalomanía, beatería y verborrea. Francisco aboga siempre por una "Iglesia pobre para los pobres" y denuncia el exceso.
Su discurso de este año se centró en realidad en la importancia de las relaciones diplomáticas del Vaticano y la relación con otras religiones. Sin embargo, el mensaje quedó algo eclipsado por las críticas a la Curia
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Al hablar de sus planes de reforma, el papa citó al Monsignor Frédéric-François-Xavier De Mérode: "Hacer la reforma en Roma es como limpiar la Esfinge de Egipto con un cepillo de dientes”.
Dentro y fuera del Vaticano los opositores de la vía reformista de Francisco se hacen escuchar. Cuatro cardenales exigieron explicaciones al papa en una carta abierta por su exhortación apostólica "Amoris Laetitia", en la que el pontífice abrió la Iglesia a los divorciados que se vuelvan a casar. Además, se creó una red mundial que acusa al papa de herejía.
Asimismo, se denuncia que con la reforma de la Curia no se está procediendo de forma suficientemente rápida y organizada, aunque el papa Francisco cumplirá en marzo cinco años en el cargo.