Noticias de Yucatán
El 1 de enero es día de festejo en la Plaza Mérida. De todos los rumbos de la cuidad y de otros lares llegan miles de enfiestados con ganas de seguir la celebración de Año Nuevo. La empresa lo sabe y hace todo lo posible porque todos pasen una tarde agradable. Por ello, la tradición es que haya una corrida de rejones, que se presta al gozo desenfadado, a la emoción y al grito y la música.
El 1 de enero es día de festejo en la Plaza Mérida. De todos los rumbos de la cuidad y de otros lares llegan miles de enfiestados con ganas de seguir la celebración de Año Nuevo. La empresa lo sabe y hace todo lo posible porque todos pasen una tarde agradable. Por ello, la tradición es que haya una corrida de rejones, que se presta al gozo desenfadado, a la emoción y al grito y la música.
Este lunes, primer día de 2018, se cumplió el ritual alegre. Un cartel por demás atractivo, con tres buenos caballistas, encabezados por Andy Cartagena, el alicantino de Benidorm que se ha inscrito en la línea de los revolucionarios del toreo a caballo, uno de cuyos primeros oficiantes fue su malogrado tío, Ginés, muerto a la temprana edad de 27 años, el 22 de noviembre de 1995, en los alrededores de Madrid, a causa de un accidente de tránsito y cuando llevaba cinco años seguido como líder del escalafón de los rejoneadores en España.
Lo acompañaron en el cartel los mexicanos Jorge Hernández Gárate yHoracio Casas López, el primero potosino y el segundo capitalino, alternativados en 2004 y 2005, respectivamete. El encierro fue de San Martín (cinco), ganadería fundada por Chafik Hamdam Amad, que se hacía llamar José, hijo de inmigrantes árabes y frustrado torero, y Marcelino Miaja, hijo de un militar republicano español refugiado en México, y uno de Mimiahuapam. Pepe Chafik fue apoderado de Manolo Martínez e hicieron una mancuerna que le causó mucho daño a la fiesta al generar el ganadero toritos pequeños y pastueños a modo para el lucimiento de su poderdante regiomontano. Fue tal el desastre que durante muchos años a ese tipo de astados se les conoció como achafikados. Hoy día, San Martín ha abandonado esa línea como lo prueban los cinco toros que se lidiaron ayer, con presencia y trapío.
Para la estadística, el festejo de rejones se saldó con dos orejas, una para Cartagena y otra para Gárate. Andy le tumbó el apéndice a Comienzo, de 510 kilos y No. 36, negro entrepelado al que tras una faena con destellos de clase -el toro carecía de fijeza- le infirió un pinchazo y un rejonazo de rápidos efectos. Gárate toreó con aseo a Buena Suerte, con 540 kilos y número 12, al que despachó de fulminante rejón tras un pinchazo.
Entre lo más destacado se tienen que incluir tres formidables pegas de los Forcados Queretanos, sobre todo la segunda, a 2018, que correspondió a Horacio Casas. Los valientes toreros recibieron sonoras ovaciones y fueron premiados con dos vuetas al ruedo del forcado de cara, la primera acompañando a Cartagena y la segunda con Gárate. Al concluir el festejo, fueron despedidos con aplausos por el muliticéfalo que hizo un lleno a reventar.
Gárate al ultimar a uno de sus toros.
En las cortidas de rejones, la autoridad -en este caso el juez Ulises Zapata León- permite la música, así se ha vuelto clásica la jarana "El chinito koy koy" que puso de moda Pablo Hermoso de Mendoza y que ayer fue interpretada en varias ocasiones, pero no se había oído que la banda tocara "El muñeco de la ciudad", una pieza de las llamadas guapachosas -popularizada por la Sonora Matancera- que se dejó oír mientras Horacio Casas se enfrentaba al que cerró el festejo, Buen Amigo, de 500 kilos y procedente de Mimiahuapan.
Toros Yucatán anunció para el próximo domingo 7 un festejo de rejones en Motul, con Cartagena encabezando al cartel. Sipse