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Un equipo de científicos alemanes y australianos ha desentrañado los procesos moleculares que tienen lugar en el interior del bacilo C. metallidurans, una bacteria capaz de digerir metales tóxicos y convertirlos en oro. Los investigadores difundieron los resultados en un estudio publicado el pasado miércoles. El equipo científico está formado por expertos de la Universidad Martín Lutero (UML), de Halle-Wittenberg, en Alemania, la Universidad Técnica de Munich y la Universidad de Adelaida, en Australia.
La bacteria C. metallidurans vive principalmente en suelos con alto contenido de metales pesados. Con el paso del tiempo, algunos minerales se descomponen y liberan metales pesados tóxicos e hidrógeno en su entorno. Pero más allá de la presencia de estos últimos, “las condiciones de vida en esos suelos no son malas. Hay suficiente hidrógeno para conservar energía y casi no hay competencia. Si un organismo opta por sobrevivir aquí, tiene que encontrar una manera de protegerse de estas sustancias tóxicas; la bacteria C. metadillurans lo ha hecho”, asegura Dietrich H. Nies, profesor de microbiología molecular en la UML y autor principal del estudio.
El oro se introduce en la bacteria del mismo modo que lo hace el cobre. El cobre es un elemento vital para la bacteria C. metadillurans, pero es tóxico en grandes cantidades. Cuando las partículas de cobre y oro entran en contacto con dicha bacteria, se produce una serie de procesos químicos. Si se hallan ambas en el interior de la bacteria, se suprime la enzima CupA, que es la encargada de expulsar las partículas de cobre, en tanto que los compuestos tóxicos de cobre y oro permanecen en el interior de la célula.
Las bacterias activan entonces la enzima Cop A, la cual transforma los compuestos de ambos metales en formas originalmente difíciles de ser absorbidos, de modo que menos compuestos de cobre y oro entran en el interior de la célula. En consecuencia, se elimina el exceso de cobre, y los compuestos de oro, que son difíciles de absorber, se convierten en pepitas en el área exterior de la célula.
La bacteria C. metallidurans juega un papel fundamental en la formación del llamado oro secundario, que se genera en la naturaleza a raíz de la descomposición de minerales de oro primarios. El estudio realizado por el equipo científico germano-australiano ha proporcionado información relevante sobre el ciclo biogeoquímico del metal precioso. En un estudio realizado en el año 2009, los científicos habían ya demostrado que la bacteria C. metallidurans puede producir oro de manera biológica. Pero desconocían el porqué de este proceso de conversión. Actualidad RT