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Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrolló un sistema de extracción de agua del aire que puede funcionar en los lugares más áridos de la Tierra, con el que se aprovechará una pequeña humedad del aire que puede resultar clave para sobrevivir.
El dispositivo funciona de manera pasiva, es decir, no se tiene que conectar a ninguna batería o enchufe, trabaja con una humedad del 10 por ciento, por lo que es posible obtener agua incluso en ambientes más áridos, de acuerdo con el estudio publicado en la Revista Nature Communications.
Los métodos actuales para extraer agua del aire requieren niveles mucho más altos: 100 por ciento de humedad para los métodos de recolección de niebla y más del 50 por ciento para los sistemas de refrigeración basados en rocío, que también requieren grandes cantidades de energía para enfriar.
El nuevo sistema podría suplir una necesidad insatisfecha de agua incluso en las regiones más secas del mundo.
La clave está en una estructura con una amplia superficie, creada en un nuevo material “metal-orgánico”, a partir de moléculas unidas que forman un material súper poroso. Si esta estructura es hidrofílica, es decir, que atrae el agua, es posible obtener agua simplemente con que el aire pase por ella.
El equipo de científicos explicó que el dispositivo funciona en dos fases: por la noche, obtiene el agua de la humedad ambiental; y de día, usa la luz del sol para soltar el agua de la estructura y llevarla a un condensador, por lo que el usuario no tiene que hacer nada y puede beber el líquido, que no contiene impurezas.
En las pruebas, el dispositivo consiguió un cuarto de litro por cada kilogramo de material, por lo que el siguiente objetivo de los investigadores es obtener varios litros de agua con el mismo material.
“El siguiente paso es trabajar en la ampliación del sistema y aumentar su eficiencia. Esperamos tener un sistema que pueda producir litros de agua”, apuntó en un comunicado Evelyn Wang, profesora en el Departamento de Ingeniería Mecánica del MIT. Notimex