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Taxistas de la provincia de Pichincha, Ecuador, paralizaron sus actividades este lunes y marcharon en Quito en contra del servicio que se ofrece a través de aplicaciones móviles como Uber y Cabify, a las que califican de informales.
"El paro tiene como objetivo exigir el respeto al taxismo legal y organizado", dijo a la prensa Carlos Brunis, presidente de la Unión de Cooperativas de Taxis de Pichincha, que explicó que "cada día se afectan más los bolsillos de nuestros compañeros por el uso de aplicativos" móviles para pedir la prestación de servicios de movilización.
Brunis consideró que los conductores de empresas como Cabify y Uber "laboran sin las normas y habilitación legal", contribuyen a la "inseguridad ciudadana" y tienen una comptencia "desleal", al ofrecer servicio a precios más bajos.
Los conductores marcharon en el centro de la ciudad hasta la sede del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MOTP), donde entregaron un documento con pedidos puntuales, como que se den de baja Uber y Cabify. Brunis indicó que el artículo 386 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece que los conductores de servicios de taxis deben tener títulos habilitantes y eso es incumplido por las operadoras que funcionan a través de plataformas móviles.
Otra demanda de los taxistas formales fue que se cumpla con la instalación de cámaras en las unidades, para que sean monitoreadas constantemente por el ECU 911, el servicio integrado de seguridad ecuatoriano.
El gremio fue atendido por funcionarios del MTOP, la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), la Subsecretaría de Movilidad del Distrito Metropolitano de Quito y el Servicio de Rentas de Internas (SRI). En la reunión, les ratificaron que tanto Cabify como Uber no fueron homologados en el país, por lo que las autoridades incrementarán controles en las calles.
"Nosotros en ningún momento hemos dado autorización para que ninguna plataforma que no cumpla la ley, como el caso de Uber y Cabify, tenga permiso para ser utilizada", dijo Juan Pazos, director provincial de la ANT.
Fausto Miranda, secretario de Movilidad del Municipio de Quito, informó que en lo que va del año se han detenido a 400 unidades informales, además de un centenar del servicio de Cabify y Uber.
Quejas de la población
Sin embargo, la huelga de taxistas no fue muy bien recibida por la población, que aprovechó la jornada para expresar su descontento con el servicio que ofrecen los conductores formales.
Los usuarios se quejan de que los taxistas formales evitan que se conozca su identidad, el conductor siempre elige la ruta a su conveniencia, se niegan a acceder a ciertos puntos de la ciudad, dejan de usar el taxímetro a ciertas horas y por ende el chofer cobra a su conveniencia; además, no es posible evaluarlos.
"Los taxistas en vez de salir y decir: 'nos vamos a modernizar, dar un mejor servicio y competir con estas plataformas', piden que las prohiban. A ellos los deberían sancionar por dar mal servicio", dice el usuario Carlos Esteban Horra.
Alejandro Gordillo, otro usuario, responde a esta manifestación de taxistas: "Yo exijo un mejor servicio de ellos, mejores unidades y mejor trato. Uso Uber desde hace rato y me encanta".
Karla Morales, dice que "nadie les quita trabajo", sino que los mismos taxistas lo pierden "cada vez que se niegan a utilizar taxímetros, regular tarifas y brindar un servicio de calidad". Actualidad RT