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Sin mirar nacionalidades ni religión y con él único propósito de salvar vidas, Samuel Tobías, neurocirujano, originario de la Ciudad de México, todos los días atiende a heridos de guerra procedentes de Siria que son trasladados al Centro Médico de la Galilea en Israel, donde labora.
Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llegó a Israel hace varios años donde conoció a su esposa y participa en el programa “Operación buena voluntad”, a través del cual Israel apoya con infraestructura hospitalaria y medicamentos a heridos sirios que piden ayuda.
“Esta guerra, ya tiene siete años, y nadie ha hecho nada al respecto, lo que nosotros hacemos, es una pequeña gota en un lago de sufrimiento”, señala al relatar el sufrimiento que viven los heridos de guerra que se acercan a las bases militares israelís a solicitar apoyo y son trasladados a hospitales donde de manera anónima se les atiende.
Israel y Siria tienen una frontera de 83 kilómetros en los altos del Golán, y en esta zona se han visto batallas feroces entre los grupos rebeldes que tratan de tomar el sur de Siria, el número de muertos es alto, se registra el desplazamiento de 6 millones de personas y más de medio millón están en zonas sin acceso a servicio médico.
El Centro Médico de la Galilea de Israel, donde labora desde 2013, se localiza a 9 kilómetros de la frontera con Líbano y a una hora y cuarto con la frontera de Siria y sirve a una población de más de 600 mil personas de la zona de la galilea donde laboran especialistas, enfermeras de diferentes religiones drusos, musulmanes, cristianos y judíos.
Recordó que en 2013, cuando fue invitado a inaugurar el departamento de neurocirugía, jamás pensó que pocas semanas después recibirían heridos sirios que son atendidos por gente que sufrió en manos de sirios o que su familia fue secuestrada y nunca regresó.
“Muchos me dicen, Sami por qué te desvives por esos pacientes, si tu estuvieras del otro lado, no te tratarían así, pero la respuesta es, no estamos allá, estamos aquí y nosotros somos diferentes, quien llega aquí va a recibir todo el tratamiento como si fuera ciudadano israelí, sin importar cuánto dinero se gasta, de qué equipo se dispone, añadió.
Explicó que el servicio que ofrecen se realiza de forma confidencial por un equipo multidisciplanario de médicos que guardan discreción sobre la identidad de los pacientes para proteger la identidad y evitar sean asesinados al ser considerados traidores al regresar a su país.
Relata que algunos pacientes, han intentado tirarse por la ventana al darse cuenta que están en Israel porque pensaban que serían torturados; sólo en un caso, el paciente con perforación en el cráneo se negó a recibir tratamiento de parte de un judío; sin embargo, esta forma de pensar ha cambiado de manera paulatina.
Agregó que a la fecha, más de 2 mil sirios han recibido tratamiento bajo secreto en el servicio de emergencia, 85 por ciento de las lesiones que atienden son relacionadas con la guerra y el resto por accidentes de tráfico, caídas, tumores y otros.
Samuel Tobías quien se casó y formó una familia en Israel, comentó que 30 por ciento de los pacientes con traumatismo se recuperan totalmente y otro porcentaje mayor presentan algún tipo de déficit y la recuperación es paulatina, sin embargo es difícil dar seguimiento por lo complicado que es salir de Siria y llegar a Israel.
En la sala de recuperación, se encontraban cuatro pacientes sirios que agradecieron a Samuel Tobías su apoyo en su recuperación, y a las autoridades por mantener informada a su familia sobre su estado a través de organizaciones de ayuda.
Los lesionados de 22 a 28 años de edad, comentaron que fueron heridos cuando realizaban sus actividades regulares, uno de ellos, recibió un dispararon en la cabeza cuando trataba de escapar de Siria con su familia; otro fue lesionado por la caída de misil cuando se encontraba en la calle con un amigo; otro se encontraba en el campo con un amigo quien falleció al caer un misil y él perdió una pierna.
El cuarto caso, estaba comprando en un mercado cuando cayó un misil que ocasionó la muerte de 30 personas y a él resultó lesionado, en todos los casos agradecieron al mexicano su apoyo en su pronta recuperación.
Hay que señalar que desde el Monte Bental, a la mitad de las alturas de la meseta del Golán, se observa la frontera con Siria donde desde hace siete años la guerra ha afectado a habitantes de ese país y algunos heridos o sus familias se acercan a las bases militares israelís a solicitar apoyo médico y se les proporcionar atención médica, medicamentos, equipamiento y prótesis, si la requieren. Notimex