Noticias de Yucatán
La estación espacial china de Tiangong-1, fuera de control desde marzo de 2016, entrará en las capas densas de la atmósfera y los restos que no ardan caerán sobre la Tierra entre los días 29 de marzo y 4 de abril, según las estimaciones de la estadounidense Aerospace Corporation.
Los expertos del centro espacial ha advertido que parte de los fragmentos podrían caer no solo en el mar sino también en el territorio continental de varios países, concretamente España, Francia, Portugal y Grecia. Sin embargo,la probabilidad es, según los investigadores, extremadamente pequeña.
La estación espacial china de Tiangong-1, la primera de este país asiático, fue puesta en órbita en otoño de 2011. A partir de esta fecha varias naves espaciales fueron acopladas a la estación, pero en 2016 se perdió el control sobre la misma.
Tiangong-1 pesa 9,4 toneladas y mide aproximadamente 10,4 por 3,4 metros. La estación tiene un volumen de 15 metros cúbicos.
¿Qué pasará cuando un satélite de 9,4 toneladas caiga desde su órbita?
Las autoridades chinas anunciaron en 2016 que la estación espacial había dejado de comunicar datos a la Tierra. Sin una forma de controlar el satélite, la suerte de Tiangong-1 estaba echada: caería a la Tierra como desechos espaciales.
De acuerdo con la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China, Tiangong-1 se mueve por su órbita a una altitud media de 212 kilómetros a partir de 26 de marzo, lo cual corresponde a una velocidad de vuelo de 27.719 km/hora, explicó al portal Live Science Roger Launius, exdirector asociado del Museo Nacional del Aire y el Espacio de EE.UU.
A esa velocidad, la fricción de la atmósfera genera un calor enorme. Además del calor, la estación espacial comenzará a desacelerarse rápidamente a medida que se encuentre con la atmósfera más gruesa y espesa, según The Aerospace Corporation.
La desaceleración causará sobrecargas de hasta 10 G sobre la estructura de la estación, que comienza a destruir la nave.
La mayoría de las piezas pequeñas a las que quede reducida la estación espacial arderán como consecuencia del calor. Los restos que queden cerca de la Tierra, donde la atmósfera es muy densa, caerán a una velocidad mucho más lenta y se enfriarán.
La estación espacial china de Tiangong-1, fuera de control desde marzo de 2016, entrará en las capas densas de la atmósfera y los restos que no ardan caerán sobre la Tierra entre los días 29 de marzo y 4 de abril, según las estimaciones de la estadounidense Aerospace Corporation.
Los expertos del centro espacial ha advertido que parte de los fragmentos podrían caer no solo en el mar sino también en el territorio continental de varios países, concretamente España, Francia, Portugal y Grecia. Sin embargo,la probabilidad es, según los investigadores, extremadamente pequeña.
La estación espacial china de Tiangong-1, la primera de este país asiático, fue puesta en órbita en otoño de 2011. A partir de esta fecha varias naves espaciales fueron acopladas a la estación, pero en 2016 se perdió el control sobre la misma.
Tiangong-1 pesa 9,4 toneladas y mide aproximadamente 10,4 por 3,4 metros. La estación tiene un volumen de 15 metros cúbicos.
¿Qué pasará cuando un satélite de 9,4 toneladas caiga desde su órbita?
Las autoridades chinas anunciaron en 2016 que la estación espacial había dejado de comunicar datos a la Tierra. Sin una forma de controlar el satélite, la suerte de Tiangong-1 estaba echada: caería a la Tierra como desechos espaciales.
De acuerdo con la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China, Tiangong-1 se mueve por su órbita a una altitud media de 212 kilómetros a partir de 26 de marzo, lo cual corresponde a una velocidad de vuelo de 27.719 km/hora, explicó al portal Live Science Roger Launius, exdirector asociado del Museo Nacional del Aire y el Espacio de EE.UU.
A esa velocidad, la fricción de la atmósfera genera un calor enorme. Además del calor, la estación espacial comenzará a desacelerarse rápidamente a medida que se encuentre con la atmósfera más gruesa y espesa, según The Aerospace Corporation.
La desaceleración causará sobrecargas de hasta 10 G sobre la estructura de la estación, que comienza a destruir la nave.
La mayoría de las piezas pequeñas a las que quede reducida la estación espacial arderán como consecuencia del calor. Los restos que queden cerca de la Tierra, donde la atmósfera es muy densa, caerán a una velocidad mucho más lenta y se enfriarán.