Noticias de Yucatán
El clima cálido provoca que las personas se vuelvan más irritantes y violentas, señala un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Ciencias Médicas de Poznan (Polonia), y que ha sido presentado este miércoles en el congreso anual de la Sociedad Americana de Fisiología (EE.UU.).
Los investigadores encontraron que el volumen de las hormonas del estrés en el organismo se disparan a medida que aumenta la temperatura medioambiental. Asimismo observaron que en la sangre de las personas que participaron en el estudio, los niveles del cortisol, conocido como la 'hormona del estrés' porque se libera en el torrente sanguíneo durante situaciones estresantes, eran más bajos en invierno que en verano.
El cortisol ayuda a regular los niveles de azúcar, sal y fluidos del cuerpo; además de influir en la reducción de la inflamación y de ser esencial para mantener la salud en general. Los niveles de la 'hormona del estrés' suelen ser más altos por la mañana y disminuyen gradualmente durante el día, alcanzando los volúmenes más bajos en la noche para mantener patrones de sueño saludables.
La enfermedad, la falta de sueño y algunos medicamentos pueden afectar los niveles de cortisol más que las fluctuaciones diarias normales. Los resultados de este estudio contradicen los conceptos tradicionales de la agotadora carga física del invierno y la tranquilidad del verano, resaltan sus autores.
El clima cálido provoca que las personas se vuelvan más irritantes y violentas, señala un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Ciencias Médicas de Poznan (Polonia), y que ha sido presentado este miércoles en el congreso anual de la Sociedad Americana de Fisiología (EE.UU.).
Los investigadores encontraron que el volumen de las hormonas del estrés en el organismo se disparan a medida que aumenta la temperatura medioambiental. Asimismo observaron que en la sangre de las personas que participaron en el estudio, los niveles del cortisol, conocido como la 'hormona del estrés' porque se libera en el torrente sanguíneo durante situaciones estresantes, eran más bajos en invierno que en verano.
El cortisol ayuda a regular los niveles de azúcar, sal y fluidos del cuerpo; además de influir en la reducción de la inflamación y de ser esencial para mantener la salud en general. Los niveles de la 'hormona del estrés' suelen ser más altos por la mañana y disminuyen gradualmente durante el día, alcanzando los volúmenes más bajos en la noche para mantener patrones de sueño saludables.
La enfermedad, la falta de sueño y algunos medicamentos pueden afectar los niveles de cortisol más que las fluctuaciones diarias normales. Los resultados de este estudio contradicen los conceptos tradicionales de la agotadora carga física del invierno y la tranquilidad del verano, resaltan sus autores.