Noticias de Yucatán
Gto., (apro).- Exactamente un año después de su secuestro, el cuerpo sin vida del empresario irapuatense Guillermo Villaseñor Eslava fue entregado a sus familiares, tras su localización en una fosa clandestina en Moroleón, municipio ubicado en los límites con Michoacán.
Fue la Procuraduría de Justicia de Michoacán la que detuvo a finales de enero pasado a dos hombres que confesaron colaborar con un líder delictivo que opera en esa zona de importante comercio textil, los cuales señalaron que Villaseñor fue asesinado y dieron la ubicación de la fosa en Moroleón, municipio del sur de Guanajuato.
En el sitio se hallaron los cuerpos de otros dos profesionistas que también habían sido secuestrados.
El 14 de marzo, tras confirmar su identidad mediante exámenes genéticos, los familiares de Villaseñor recibieron su cuerpo.
“Las otras dos personas fueron un arquitecto que nos dijeron que era muy conocido y un doctor. Nos entregaron algunos huesos, eso fue lo que quedó de mi hermano”, confirmó a Apro su hermano Hugo, quien estuvo recurriendo a distintas instancias para que localizaran al empresario.
“Fue la Procuraduría de Michoacán, la Unidad Antisecuestros, la que resolvió y dio con mi hermano. Ni la SEIDO, ni la Procuraduría de Guanajuato; ya ni me contestaban las llamadas aquí”, señaló Hugo Villaseñor.
Ignacio Villaseñor fue privado de su libertad el 14 de marzo del año pasado por un comando de encapuchados en la plaza TextiCuitzeo en los límites entre Guanajuato y Michoacán, quienes en 35 segundos ingresaron con armas largas a la plaza llena de gente y actividad comercial y se llevaron al empresario, según narró entonces a Apro su hermano.
Un video de las cámaras de seguridad de la plaza registró estos hechos.
Días después del plagio, una bodega ubicada en Irapuato propiedad de la víctima fue saqueada, lo que también fue denunciado por la familia.
Una semana después, con todo y la intervención de la Procuraduría de Guanajuato y de la SEIDO de la PGR –instancia que estuvo al tanto de la demanda de rescate por parte de los secuestradores- la familia pagó un fuerte monto económico a cambio de la liberación del empresario, pero éste nunca fue devuelto.
El dinero se entregó en un punto de la carretera federal cerca de Moroleón, donde fue recogido por dos sujetos en una camioneta, quienes posteriormente llamaron a la familia para asegurarles que el empresario regresaría con ellos, pero eso nunca ocurrió.
El tianguis TextiCuitzeo cuenta con casi mil 500 locales comerciales, se ubica en el kilómetro 43 de la carretera Salamanca-Morelia, en la comunidad de Cuaracurio. Según datos obtenidos por Apro, grupos delictivos extorsionan a los comerciantes del lugar.
“Los detenidos declararon que es un líder de la plaza que cobra el derecho de piso en Uriangato y Moroleón, lo saben las autoridades y no hacen nada”, reclamó el hermano de la víctima, quien se dijo impotente y lastimado como toda la familia tras lo ocurrido.
“En este caso somos tres familias, de las tres personas encontradas en esa fosa. Las víctimas somos todos, el daño es para todas estas familias”, añadió. “Mi hermano ya fue sepultado y ahora sabemos dónde está”, concluyó.
Gto., (apro).- Exactamente un año después de su secuestro, el cuerpo sin vida del empresario irapuatense Guillermo Villaseñor Eslava fue entregado a sus familiares, tras su localización en una fosa clandestina en Moroleón, municipio ubicado en los límites con Michoacán.
Fue la Procuraduría de Justicia de Michoacán la que detuvo a finales de enero pasado a dos hombres que confesaron colaborar con un líder delictivo que opera en esa zona de importante comercio textil, los cuales señalaron que Villaseñor fue asesinado y dieron la ubicación de la fosa en Moroleón, municipio del sur de Guanajuato.
En el sitio se hallaron los cuerpos de otros dos profesionistas que también habían sido secuestrados.
El 14 de marzo, tras confirmar su identidad mediante exámenes genéticos, los familiares de Villaseñor recibieron su cuerpo.
“Las otras dos personas fueron un arquitecto que nos dijeron que era muy conocido y un doctor. Nos entregaron algunos huesos, eso fue lo que quedó de mi hermano”, confirmó a Apro su hermano Hugo, quien estuvo recurriendo a distintas instancias para que localizaran al empresario.
“Fue la Procuraduría de Michoacán, la Unidad Antisecuestros, la que resolvió y dio con mi hermano. Ni la SEIDO, ni la Procuraduría de Guanajuato; ya ni me contestaban las llamadas aquí”, señaló Hugo Villaseñor.
Ignacio Villaseñor fue privado de su libertad el 14 de marzo del año pasado por un comando de encapuchados en la plaza TextiCuitzeo en los límites entre Guanajuato y Michoacán, quienes en 35 segundos ingresaron con armas largas a la plaza llena de gente y actividad comercial y se llevaron al empresario, según narró entonces a Apro su hermano.
Un video de las cámaras de seguridad de la plaza registró estos hechos.
Días después del plagio, una bodega ubicada en Irapuato propiedad de la víctima fue saqueada, lo que también fue denunciado por la familia.
Una semana después, con todo y la intervención de la Procuraduría de Guanajuato y de la SEIDO de la PGR –instancia que estuvo al tanto de la demanda de rescate por parte de los secuestradores- la familia pagó un fuerte monto económico a cambio de la liberación del empresario, pero éste nunca fue devuelto.
El dinero se entregó en un punto de la carretera federal cerca de Moroleón, donde fue recogido por dos sujetos en una camioneta, quienes posteriormente llamaron a la familia para asegurarles que el empresario regresaría con ellos, pero eso nunca ocurrió.
El tianguis TextiCuitzeo cuenta con casi mil 500 locales comerciales, se ubica en el kilómetro 43 de la carretera Salamanca-Morelia, en la comunidad de Cuaracurio. Según datos obtenidos por Apro, grupos delictivos extorsionan a los comerciantes del lugar.
“Los detenidos declararon que es un líder de la plaza que cobra el derecho de piso en Uriangato y Moroleón, lo saben las autoridades y no hacen nada”, reclamó el hermano de la víctima, quien se dijo impotente y lastimado como toda la familia tras lo ocurrido.
“En este caso somos tres familias, de las tres personas encontradas en esa fosa. Las víctimas somos todos, el daño es para todas estas familias”, añadió. “Mi hermano ya fue sepultado y ahora sabemos dónde está”, concluyó.