Noticias de Yucatán
En el bar Marshall Stack, que la revista New York describe como "un lugar donde disfrutar, bajo las luces Art Deco ámbar, una pizza de muffin inglés o un sándwich cubano servido en una chapata de la panadería de Sullivan Street", un cliente, después de tres cervezas, se quedó dormido en un baño y tuvo que llamar al 911 para que lo sacaran al día siguiente.
El bar se caracteriza por ser silencioso y cómodo, pero al parecer para el joven de 23 años, que aún no ha sido identificado, lo fue tanto que se quedó profundamente dormido hasta las 7 de la mañana del día siguiente.
"Estoy muerto de cansancio, tomé como tres cervezas, [y] quería irme. Entré [al baño] a orinar. Cuando terminé, me senté en el inodoro, cerré los ojos y me dormí", explicó el joven al New York Post con respecto a su noche de viernes.
Al despertar, se dio cuenta de que el bar estaba totalmente vacío y que estaba encerrado, atrapado detrás de una cortina metálica, por lo que no tuvo otra opción más que llamar al 911 para que lo ayudaran a salir.
El joven iba acompañado de su amigo, a quien culpó por darle una cerveza tras otra y por ignorarlo mientras intentaba conquistar a una chica, al grado de que no se dio cuenta de que había desaparecido.
"Estaba tan avergonzado", dijo. "Esto nunca me había pasado antes".
Recomendó no visitar bares después de una larga jornada de trabajo, de acuerdo con Excélsior.
En el bar Marshall Stack, que la revista New York describe como "un lugar donde disfrutar, bajo las luces Art Deco ámbar, una pizza de muffin inglés o un sándwich cubano servido en una chapata de la panadería de Sullivan Street", un cliente, después de tres cervezas, se quedó dormido en un baño y tuvo que llamar al 911 para que lo sacaran al día siguiente.
El bar se caracteriza por ser silencioso y cómodo, pero al parecer para el joven de 23 años, que aún no ha sido identificado, lo fue tanto que se quedó profundamente dormido hasta las 7 de la mañana del día siguiente.
"Estoy muerto de cansancio, tomé como tres cervezas, [y] quería irme. Entré [al baño] a orinar. Cuando terminé, me senté en el inodoro, cerré los ojos y me dormí", explicó el joven al New York Post con respecto a su noche de viernes.
Al despertar, se dio cuenta de que el bar estaba totalmente vacío y que estaba encerrado, atrapado detrás de una cortina metálica, por lo que no tuvo otra opción más que llamar al 911 para que lo ayudaran a salir.
El joven iba acompañado de su amigo, a quien culpó por darle una cerveza tras otra y por ignorarlo mientras intentaba conquistar a una chica, al grado de que no se dio cuenta de que había desaparecido.
"Estaba tan avergonzado", dijo. "Esto nunca me había pasado antes".
Recomendó no visitar bares después de una larga jornada de trabajo, de acuerdo con Excélsior.