Noticias de Yucatán
Argentina.- Una enorme zanja en la calle marcó la vida de una familia, después de que la mamá con siete meses de embarazo, se golpeó el estómago cuando conducía su automóvil después de dejar a sus hijos en la escuela. La mujer solamente recuerda que le dolió el impacto y al poco rato desapareció.
Los días pasaron y la futura mamá acudió al médico para una revisión en donde le contó lo ocurrido y el dolor que le había provocado el golpe con el volante del vehículo en su barriga.
La respuesta de especialista fue sencilla y le recomendó que no se preocupará, porque la bebé esta bien y solamente había sido un golpe que no había provocado ninguna secuelas.
El sexto sentido en la futura mamá le advertía que algo había sucedido con ese accidente, pero al poco tiempo, ese pequeño dolor se convirtió en una tragedia que acompañará a la familia hasta los últimos días.
La historia de alegría por el nacimiento de una niña mantenía emocionados a los padres y hermanos que con ansías esperaban que se cumplieran los nueves meses de gestación.
Fue cuando, quince días antes del plazo marcado por el médico, se adelantó el nacimiento de la bebita que sería llamada Victoria y que era el quinto hijo de este matrimonio.
A partir de este hecho, la historia es desgarradora debido a que nace la pequeña con poco peso, de tamaño pequeño y con dificultades durante el parto para la madre.
Después de los esfuerzos de los médicos por extraer el producto, se percataron que la cabeza de Victoria estaba mal formada, tenía los ojos más adelante que la frente, la nariz la tenía fuera de su lugar y las orejas presentaban deformaciones.
Al principio, la recién nacida fue diagnosticada con Síndrome de Down, pero después de buscar a varios especialistas, un amigo del abuelo le dijo que estaban equivocados y tendría que esperar que pasarán más días para conocer que padecía la bebé.
La angustia invadió a la familia y la impotencia por no poder hacer nada por la bebé, pero observaron que la niña no tenía reflejos y que estaban ausentes de su cuerpo.
Victoria no podía moverse ni succionar como cualquier otro niño, lo cual no podían comprender los médicos el caso tan raro que se presentaba, que comenzaron a reconstruir los hechos y buscan el origen de qué había provocado esas secuelas a la niña.
El resultado fue sorprendente y le comunicaron a la familia que el golpe que había recibido con el volante, cuando conducía su vehículo y cayó en una zanja, fue lo que provocó que la bebé a la siete meses de gestación quedara aplastada en el vientre.
Victoria reveló que el diagnóstico era poco favorable para ella y que a los escasos meses de su nacimiento, los médicos le aseguraron a sus padres que ella no iba a poder caminar nunca.
"Mis papás tuvieron que esperar para ver cómo continuaba mi crecimiento, para ir descubriendo qué otras partes de mi cuerpo habían sufrido, y cuánto. Los médicos sentenciaron que no iba a poder hablar ni caminar nunca".
Por dos años, toda la familia participó en ayudar a la niña a mover y en particular los abuelos participaban todos los días con su nieta para que pudiera dar los primeros pasos. Finalmente lo lograron y hasta los dos años pudo caminar Victoria.
La niña recibió el apoyo de especialistas para que pudiera hablar y escuchar, pero desde su nacimiento la menor había perdido la audición de los dos oídos.
A Victoria se le colocó audífonos para poder escuchar y con esa mejoría ya a los cuatro años pudo ir a la escuela normal, pero también por la tarde debía recibir clases de una escuela especial para superar todo el daño que ocasionó ese golpe que sufrió su mamá.
A la edad de 15 años, la jovencita logró graduarse del séptimo grado y obtuvo dos diplomas que acreditan su educación básica.
La familia pensó que era conveniente que ella se capacitará en una escuela laboral y Victoria se inscribió en el taller de cocina.
Desde 2003, Victoria labora en una empresa después de concluir sus estudios y que lo pudo obtener por la Ley del Discapacitado.
Actualmente es una mujer independente a los 36 años de edad, se separó de su familia y se ha desempeñado en diversos trabajos en La Plata, en donde el último tiene 15 años de antigüedad. ¡Que historia de superación!
Argentina.- Una enorme zanja en la calle marcó la vida de una familia, después de que la mamá con siete meses de embarazo, se golpeó el estómago cuando conducía su automóvil después de dejar a sus hijos en la escuela. La mujer solamente recuerda que le dolió el impacto y al poco rato desapareció.
Los días pasaron y la futura mamá acudió al médico para una revisión en donde le contó lo ocurrido y el dolor que le había provocado el golpe con el volante del vehículo en su barriga.
La respuesta de especialista fue sencilla y le recomendó que no se preocupará, porque la bebé esta bien y solamente había sido un golpe que no había provocado ninguna secuelas.
El sexto sentido en la futura mamá le advertía que algo había sucedido con ese accidente, pero al poco tiempo, ese pequeño dolor se convirtió en una tragedia que acompañará a la familia hasta los últimos días.
La historia de alegría por el nacimiento de una niña mantenía emocionados a los padres y hermanos que con ansías esperaban que se cumplieran los nueves meses de gestación.
Fue cuando, quince días antes del plazo marcado por el médico, se adelantó el nacimiento de la bebita que sería llamada Victoria y que era el quinto hijo de este matrimonio.
A partir de este hecho, la historia es desgarradora debido a que nace la pequeña con poco peso, de tamaño pequeño y con dificultades durante el parto para la madre.
Después de los esfuerzos de los médicos por extraer el producto, se percataron que la cabeza de Victoria estaba mal formada, tenía los ojos más adelante que la frente, la nariz la tenía fuera de su lugar y las orejas presentaban deformaciones.
Al principio, la recién nacida fue diagnosticada con Síndrome de Down, pero después de buscar a varios especialistas, un amigo del abuelo le dijo que estaban equivocados y tendría que esperar que pasarán más días para conocer que padecía la bebé.
La angustia invadió a la familia y la impotencia por no poder hacer nada por la bebé, pero observaron que la niña no tenía reflejos y que estaban ausentes de su cuerpo.
Victoria no podía moverse ni succionar como cualquier otro niño, lo cual no podían comprender los médicos el caso tan raro que se presentaba, que comenzaron a reconstruir los hechos y buscan el origen de qué había provocado esas secuelas a la niña.
El resultado fue sorprendente y le comunicaron a la familia que el golpe que había recibido con el volante, cuando conducía su vehículo y cayó en una zanja, fue lo que provocó que la bebé a la siete meses de gestación quedara aplastada en el vientre.
Victoria reveló que el diagnóstico era poco favorable para ella y que a los escasos meses de su nacimiento, los médicos le aseguraron a sus padres que ella no iba a poder caminar nunca.
"Mis papás tuvieron que esperar para ver cómo continuaba mi crecimiento, para ir descubriendo qué otras partes de mi cuerpo habían sufrido, y cuánto. Los médicos sentenciaron que no iba a poder hablar ni caminar nunca".
Por dos años, toda la familia participó en ayudar a la niña a mover y en particular los abuelos participaban todos los días con su nieta para que pudiera dar los primeros pasos. Finalmente lo lograron y hasta los dos años pudo caminar Victoria.
La niña recibió el apoyo de especialistas para que pudiera hablar y escuchar, pero desde su nacimiento la menor había perdido la audición de los dos oídos.
A Victoria se le colocó audífonos para poder escuchar y con esa mejoría ya a los cuatro años pudo ir a la escuela normal, pero también por la tarde debía recibir clases de una escuela especial para superar todo el daño que ocasionó ese golpe que sufrió su mamá.
A la edad de 15 años, la jovencita logró graduarse del séptimo grado y obtuvo dos diplomas que acreditan su educación básica.
La familia pensó que era conveniente que ella se capacitará en una escuela laboral y Victoria se inscribió en el taller de cocina.
Desde 2003, Victoria labora en una empresa después de concluir sus estudios y que lo pudo obtener por la Ley del Discapacitado.
Actualmente es una mujer independente a los 36 años de edad, se separó de su familia y se ha desempeñado en diversos trabajos en La Plata, en donde el último tiene 15 años de antigüedad. ¡Que historia de superación!