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Choferes del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV) revelaron que deben pagar derecho de piso por el simple hecho de poder ganarse el pan brindando el servicio de transporte público en la capital yucateca. En un año, esa organización tiene ingresos de casi 2 millones de pesos, producto de la cuota de 300 pesos mensuales que sus 5 mil miembros tienen que aportar.
Según los informantes, que solicitaron el anonimato por temor a represalias de la organización que dirige Héctor Fernández Zapata, Billy, sólo por subirse a unas de las unidades deben pagar 15 mil pesos, además de reunir un derecho que cuesta 75 mil pesos, el cual se les regresa al retirarse de la organización. Esta cantidad, subrayaron, genera intereses que no son reportados.
Según estos conductores, una vez pagado el derecho de piso por 15 mil pesos, cada mes tienen que aportar 2 mil pesos hasta juntar 75 mil; es decir, trabajan como mínimo tres años y medio con tal de reunir tal cantidad.
Narraron que todos los días trabajan turnos que inician alrededor de las cinco de la mañana para concluir pasadas las 12 horas, con ganancia variable. Según indicaron, la mayoría da una renta que oscila entre los 500 o 700 pesos por ruta a los dueños de las concesiones, además deben entregar la unidad al relevo con tanque lleno; lo que queda es la ganancia que se llevan.
A las cuotas “voluntarias” se suman otros pagos, como las aportaciones; que van de los 60 a los 120 pesos, según las rutas donde laboren. Estas sumas se destinan, por un lado, al pago del despachador del paradero, otra fracción es para cubrir necesidades como hielo y agua, además del seguro de las unidades que, según se averiguó, oscila entre los 20 y 25 mil pesos mensuales.
Por si esto fuera poco, expresaron los informantes, los inspectores de la Dirección de Transporte del Estado de Yucatán (DTEY) son otra “cruz” que tienen que cargar, pues diariamente les exigen un apoyo que oscila entre los 10 y 15 pesos, según la ruta, el cual cobran puntualmente en los paraderos del Centro Histórico.
Aseguraron que si bien no son obligados a aportar el dinero al sindicato, ni la “mordida” al inspector de la DTEY, la necesidad de llevar un sustento a sus hogares los lleva a prestarse a tal situación.
Finalmente, denunciaron que en temporadas electorales son obligados a participar en el acarreo de personas a los mítines de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sin recibir a cambio retribución económica alguna, además de que sus unidades son utilizadas para colocar publicidad de los abanderados del tricolor. La Jornada Maya
