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La exhibición causó que fuera discriminada por sus compañeros de la preparatoria , pues recibió insultos de índole sexual en el instituto y en las redes sociales.
Su madre levantó una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia local por discriminación y pornografía infantil, pero hasta ahora no se ha judicializado, a pesar de que un juez federal dio órdenes de hacerlo.
En 2014, Alicia prestó su celular a su compañero, quien halló una imagen de ella en ropa interior, cuando se encontraba con otros dos estudiantes.
La joven se enteró que sus compañeros tenían la fotografía un año después, cuando fue publicada en una página llamada "Quemones Prepa ".
Los tres estudiantes involucrados pertenecían al equipo de futbol de la escuela y antes de la difusión, jugadores y la afición, aseguraron a las autoridades que uno de ellos ya les había mostrado la foto en su celular.
También, lo señalaron como el creador de la página y quien subió la fotografía a la red social, según la carpeta de investigación que abrió la PGJ.
Una semana después de la primera exhibición, la joven volvió a revisar la página y se percató que había una nueva publicación con su foto con un mensaje que decía: "Anímense chavos".
Alicia notó que su imagen había sido subida a una página nueva.
"En esa nueva página también había fotografías de otras dos adolescentes (alumnas del mismo plantel escolar), a ellas también las discriminaban", declaró Ilse.
La madre de la víctima informó a las autoridades de la escuela, quienes dieron parte al Tribunal Universitario de la UNAM y les proporcionaron el apoyo de la abogada de la institución, Lorena Fabiola Bautista Salazar, para iniciar una denuncia penal.
Al llegar a la Fiscalía de Delitos contra Menores, la litigante deslindó a la escuela de los hechos, por lo que Alicia y ella continuaron sin la ayuda de la institución, comentó Ilse.
La universidad decidió suspender un año a los alumnos, pero ante una apelación, la pena se redujo y los agresores regresaron a tomar clases junto a su hija.
Alicia comenzó a ser hostigada dentro de las instalaciones de la escuela por sus compañeros y por los mismos autores de la agresión.
Estos fueron los primeros meses de tres años de búsqueda de justicia.
La adolescente le prestó su celular a un compañero y ahí comenzó su pesadillaCiudad de México.- La vida privada de Alicia, de 16 años, quedó expuesta cuando su fotografía en ropa interior fue publicada en Facebook, en septiembre de 2015.
La exhibición causó que fuera discriminada por sus compañeros de la preparatoria , pues recibió insultos de índole sexual en el instituto y en las redes sociales.
Su madre levantó una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia local por discriminación y pornografía infantil, pero hasta ahora no se ha judicializado, a pesar de que un juez federal dio órdenes de hacerlo.
En 2014, Alicia prestó su celular a su compañero, quien halló una imagen de ella en ropa interior, cuando se encontraba con otros dos estudiantes.
La joven se enteró que sus compañeros tenían la fotografía un año después, cuando fue publicada en una página llamada "Quemones Prepa ".
Los tres estudiantes involucrados pertenecían al equipo de futbol de la escuela y antes de la difusión, jugadores y la afición, aseguraron a las autoridades que uno de ellos ya les había mostrado la foto en su celular.
También, lo señalaron como el creador de la página y quien subió la fotografía a la red social, según la carpeta de investigación que abrió la PGJ.
Una semana después de la primera exhibición, la joven volvió a revisar la página y se percató que había una nueva publicación con su foto con un mensaje que decía: "Anímense chavos".
Alicia notó que su imagen había sido subida a una página nueva.
"En esa nueva página también había fotografías de otras dos adolescentes (alumnas del mismo plantel escolar), a ellas también las discriminaban", declaró Ilse.
La madre de la víctima informó a las autoridades de la escuela, quienes dieron parte al Tribunal Universitario de la UNAM y les proporcionaron el apoyo de la abogada de la institución, Lorena Fabiola Bautista Salazar, para iniciar una denuncia penal.
Al llegar a la Fiscalía de Delitos contra Menores, la litigante deslindó a la escuela de los hechos, por lo que Alicia y ella continuaron sin la ayuda de la institución, comentó Ilse.
La universidad decidió suspender un año a los alumnos, pero ante una apelación, la pena se redujo y los agresores regresaron a tomar clases junto a su hija.
Alicia comenzó a ser hostigada dentro de las instalaciones de la escuela por sus compañeros y por los mismos autores de la agresión.
Estos fueron los primeros meses de tres años de búsqueda de justicia.