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El incremento de casos de influenza del tipo AH1N1 en Yucatán -que se presenta en una época atípica, fuera de invierno- ha generado temor entre la población ante el recuerdo de la epidemia que se presentó en 2009 de esta enfermedad, la cual ocasionó 3 mil 298 casos y 15 fallecimientos.
Hospitales y clínicas del Sector Salud se han visto “invadidas” por decenas de personas que presentan los signos característicos de la enfermedad, que son principalmente fiebre, dolor de cabeza, tos y ojos rojos.
En las tres últimas semanas, se informa en Milenio Novedades, la cepa del virus AH1N1, que en esta ocasión presenta mayor agresividad y con una evolución más rápida, ha ocasionado seis defunciones en la entidad en las últimas semanas, lo que ha generado cierta alarma social.
Ciudadanos que temen contraer la enfermedad se protegen con tapabocas y han retomado la costumbre de utilizar de manera frecuente el gel antibacterial. Incluso el mismo personal de los hospitales ha reforzado las medidas de prevención.
Una derechohabiente explicó que al entrar a un hospital, el personal le pidió que se lavara las manos frecuentemente con agua y jabón, se cubriera nariz y boca al toser o estornudar y evitara lugares concurridos, como recomendaciones para prevenir el contagio porque según comentaron “hay un brote importante de influenza”.
Fiebre alta, tos, mucosidad y dificultad para respirar, son síntomas con los que los pacientes están llegando a las salas de urgencias de los hospitales.
Varios de ellos desarrollan a su ingreso lo que se conoce como SIRA (síndrome de insuficiencia respiratoria aguda), que se presenta como dificultad para respirar, baja oxigenación en la sangre y es un cuadro de emergencia que requiere un tratamiento rápido por terapia intensiva.
Expertos consultados señalan que el virus AH1N1 suele actuar de forma más agresiva y provoca más ingresos hospitalarios y esto depende de las circunstancias de cada paciente. Sin embargo, los casos que llegan a los hospitales de Yucatán presentan signos severos de la enfermedad y en un periodo más breve.
Llama también la atención que la edad de los pacientes fluctúa entre 30 y 50 años y en la mayoría de los casos no presenta comorbilidades (otras enfermedades) asociadas.
En quienes ya presentan alguna infección o enfermedad crónica (diabetes, hipertensión, insuficiencia pulmonar, neumonía, VIH o Sida, entre otras), el riesgo de presentar complicaciones y de fallecer es mayor.
Esta enfermedad es prevenible por vacunación. Debido a la alta mutabilidad del virus las vacunas cambian cada año y son elaboradas bajo indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se basa en la información proporcionada por el sistema internacional de vigilancia epidemiológica.
El incremento de casos de influenza del tipo AH1N1 en Yucatán -que se presenta en una época atípica, fuera de invierno- ha generado temor entre la población ante el recuerdo de la epidemia que se presentó en 2009 de esta enfermedad, la cual ocasionó 3 mil 298 casos y 15 fallecimientos.
Hospitales y clínicas del Sector Salud se han visto “invadidas” por decenas de personas que presentan los signos característicos de la enfermedad, que son principalmente fiebre, dolor de cabeza, tos y ojos rojos.
En las tres últimas semanas, se informa en Milenio Novedades, la cepa del virus AH1N1, que en esta ocasión presenta mayor agresividad y con una evolución más rápida, ha ocasionado seis defunciones en la entidad en las últimas semanas, lo que ha generado cierta alarma social.
Ciudadanos que temen contraer la enfermedad se protegen con tapabocas y han retomado la costumbre de utilizar de manera frecuente el gel antibacterial. Incluso el mismo personal de los hospitales ha reforzado las medidas de prevención.
Una derechohabiente explicó que al entrar a un hospital, el personal le pidió que se lavara las manos frecuentemente con agua y jabón, se cubriera nariz y boca al toser o estornudar y evitara lugares concurridos, como recomendaciones para prevenir el contagio porque según comentaron “hay un brote importante de influenza”.
Fiebre alta, tos, mucosidad y dificultad para respirar, son síntomas con los que los pacientes están llegando a las salas de urgencias de los hospitales.
Varios de ellos desarrollan a su ingreso lo que se conoce como SIRA (síndrome de insuficiencia respiratoria aguda), que se presenta como dificultad para respirar, baja oxigenación en la sangre y es un cuadro de emergencia que requiere un tratamiento rápido por terapia intensiva.
Expertos consultados señalan que el virus AH1N1 suele actuar de forma más agresiva y provoca más ingresos hospitalarios y esto depende de las circunstancias de cada paciente. Sin embargo, los casos que llegan a los hospitales de Yucatán presentan signos severos de la enfermedad y en un periodo más breve.
Llama también la atención que la edad de los pacientes fluctúa entre 30 y 50 años y en la mayoría de los casos no presenta comorbilidades (otras enfermedades) asociadas.
En quienes ya presentan alguna infección o enfermedad crónica (diabetes, hipertensión, insuficiencia pulmonar, neumonía, VIH o Sida, entre otras), el riesgo de presentar complicaciones y de fallecer es mayor.
Esta enfermedad es prevenible por vacunación. Debido a la alta mutabilidad del virus las vacunas cambian cada año y son elaboradas bajo indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se basa en la información proporcionada por el sistema internacional de vigilancia epidemiológica.
