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Ocurrió en Bogotá luego de una larga disputa entre los progenitores por la tenencia de los niños
La madrugada del domingo, los vecinos del edificio Rincón de Ipanema, en el sector de Kennedy, al sur de Bogotá, alertaron a las autoridades sobre un hombre que amenazaba conlanzarse desde el sexto piso. La Policía no logró llegar a tiempo para detener el suicidio, pero lo que encontraron dentro del apartamento dejó en conmoción al barrio entero.
Cuando las autoridades llegaron al lugar, el hombre de 39 años, identificado posteriormente como Alex Morales, un escolta privado, yacía en el suelo en un charco de sangre, después de saltar desde una ventana de su apartamento ubicado en el sexto piso del conjunto residencial. De inmediato fue trasladado a la Clínica de Occidente, donde horas después falleció.
"A las 4:07 a.m., ingresó inconsciente al Servicio de Urgencias (…) El equipo de profesionales médicos atendió al paciente, que presentaba varias heridas, y le prestó toda la atención necesaria para tratar de salvar su vida, pero lamentablemente falleció debido a la gravedad de sus lesiones", describió el parte médico en un comunicado.
Pero la verdadera sorpresa del hecho que desveló este domingo a los residentes del edificio la encontraron los uniformados dentro del apartamento. Al inspeccionar el domicilio hallaron los cuerpos sin vida de dos menores de edad, posteriormente identificados como Santiago y Nicolás, de 8 y 14 años, hijos del suicida.
Los menores habían sido apuñalados en varias ocasiones con arma blanca, y posteriormente degollados. En una carta dirigida a la madre de los niños y dejada dentro de la vivienda, el asesino revelaría el motivo del doble homicidio.
Marlén, la madre de los menores, había avisado a su ex esposo que se llevaría a sus dos niños a vivir con ella a España, donde reside hace 4 años. En marzo de este año el hijo mayor ya había viajado al país europeo, lo que desató una pelea por la custodia de Santiago y Nicolás.
"Ayer en la tarde, (los menores) se encontraban con su señora madre compartiendo. Los padres son divorciados y la madre vive en España. La señora expresa tener el deseo de llevar a sus hijos a ese país para brindarles una mejor calidad de vida, pero esto genera tensión en el progenitor", afirmó a Caracol Radio el mayor Luis Miguel Morales, jefe de la unidad de investigación de la Sijín.
Al conocerse el fatal crimen, la hermana de Marlén contó a las autoridades que los niños ya habían avisado sobre los constantes actos de violencia de su padre, quien al final le cobró a la madre 521 dólares para dejárselos ver, y otros 11.481 dólares para llevárselos a España.
"Ellos me decían: tía, vente para acá porque mi papá nos pega y nos maltrata. Pero él nada y no quería aflojar. Ellos me querían mucho", contó la mujer a Caracol Radio.
Fuente Infobae