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La hija del presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump, se desmarcó de manera sutil de su padre en torno a la separación de las familias de migrantes en la frontera y los medios de comunicación, sin denunciar la posición del mandatario para quien trabaja fielmente en la Casa Blanca.
Ver a más de 2,500 niños migrantes separados de sus padres al tratar de entrar a Estados Unidos fue un “punto bajo” en el periodo que lleva en la Casa Blanca, confió la empresaria, de 36 años y madre de tres niños.
“Estoy muy en contra de la separación de las familias y de la separación de padres e hijos”, añadió Ivanka, cercana asesora del presidente Donald Trump, durante una conferencia en Washington.
“Ese fue un punto bajo para mí también” desde que inició el gobierno del presidente Trump en enero de 2017, añadió antes de señalar que “la inmigración es un tema sumamente complejo”.
“Soy hija de una inmigrante”, continuó Ivanka en referencia a su madre, Ivana, que nació y creció en la antigua Checoslovaquia.
La hija del presidente apuntó que su madre, la primera esposa de Donald Trump, llegó a Estados Unidos de manera legal.
Pero “vivimos en un Estado de derecho”, señaló la mujer. “Debemos ser cuidadosos sobre incentivar una conducta que ponga a los niños en riesgo de ser traficados, en riesgo de entrar a este país con ‘coyotes’ (traficantes de personas) o que hagan un viaje increíblemente peligroso solos”.
Los gritos y llantos de niños migrantes, tras haber sido separados de sus padres en nombre de la política de “tolerancia cero” en la inmigración de Donald Trump, causaron una tormenta dentro y fuera de Estados Unidos. En junio el presidente revocó la medida, afirmado que fue influenciado por su esposa y su hija.
Donald Trump ordenó que terminaran las separaciones, pero hasta la fecha límite de la semana pasada otorgada por la justicia para reunir a los niños con sus familiares, 711 de los cerca de 2,500 menores separados seguían sin ser reunificados con sus padres, y los funcionarios han sido incapaces de explicar cuando concretarán la reunificación.
Ivanka Trump también tomó distancia de la severa condena que su padre ha hecho a los medios de comunicación, ataques que incrementaron los niveles de antagonismo con la prensa en recientes eventos presidenciales.
“No siento que los medios de comunicación sean los enemigos de la gente”, dijo Ivanka cuando se le interrogó sobre esa expresión usada frecuentemente por su padre.
Preguntada sobre esas declaraciones, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, resaltó que “el propio presidente ha afirmado que no le gustaba la idea de las familias separadas”.
Aunque puntualizó: “No nos gusta la idea de dejar entrar gente a nuestro país si no sabemos quiénes son, a dónde van y por qué vienen”.
Por otro lado, dio un apoyo rotundo a Donald Trump en su postura hacia los medios. “El presidente tiene razón de estar enfadado, 90% de su cobertura mediática es negativa”, a pesar de sus logros, según Sanders.
La adoración por la joven que Donald Trump ha hecho publica y la influencia que tiene han permitido que se instale en el papel de “Primera hija”, eclipsando a la primera dama Melania Trump. Especialmente porque con su esposo, Jared Kushner, forma una pareja de asesores cercanos en la Casa Blanca.
Muchos demócratas pusieron sus esperanzas en la mujer, luego de la sorpresiva victoria de su padre, al querer creer en la influencia moderada de esta joven neoyorquina sobre muchos amigos -incluida, en un tiempo, Chelsea Clinton- pero los decepcionó profundamente cuando guardó silencio sobre medidas controvertidas del gobierno de Trump.
Con información de EFE.
La hija del presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump, se desmarcó de manera sutil de su padre en torno a la separación de las familias de migrantes en la frontera y los medios de comunicación, sin denunciar la posición del mandatario para quien trabaja fielmente en la Casa Blanca.
Ver a más de 2,500 niños migrantes separados de sus padres al tratar de entrar a Estados Unidos fue un “punto bajo” en el periodo que lleva en la Casa Blanca, confió la empresaria, de 36 años y madre de tres niños.
“Estoy muy en contra de la separación de las familias y de la separación de padres e hijos”, añadió Ivanka, cercana asesora del presidente Donald Trump, durante una conferencia en Washington.
“Ese fue un punto bajo para mí también” desde que inició el gobierno del presidente Trump en enero de 2017, añadió antes de señalar que “la inmigración es un tema sumamente complejo”.
“Soy hija de una inmigrante”, continuó Ivanka en referencia a su madre, Ivana, que nació y creció en la antigua Checoslovaquia.
La hija del presidente apuntó que su madre, la primera esposa de Donald Trump, llegó a Estados Unidos de manera legal.
Pero “vivimos en un Estado de derecho”, señaló la mujer. “Debemos ser cuidadosos sobre incentivar una conducta que ponga a los niños en riesgo de ser traficados, en riesgo de entrar a este país con ‘coyotes’ (traficantes de personas) o que hagan un viaje increíblemente peligroso solos”.
Los gritos y llantos de niños migrantes, tras haber sido separados de sus padres en nombre de la política de “tolerancia cero” en la inmigración de Donald Trump, causaron una tormenta dentro y fuera de Estados Unidos. En junio el presidente revocó la medida, afirmado que fue influenciado por su esposa y su hija.
Donald Trump ordenó que terminaran las separaciones, pero hasta la fecha límite de la semana pasada otorgada por la justicia para reunir a los niños con sus familiares, 711 de los cerca de 2,500 menores separados seguían sin ser reunificados con sus padres, y los funcionarios han sido incapaces de explicar cuando concretarán la reunificación.
Ivanka Trump también tomó distancia de la severa condena que su padre ha hecho a los medios de comunicación, ataques que incrementaron los niveles de antagonismo con la prensa en recientes eventos presidenciales.
“No siento que los medios de comunicación sean los enemigos de la gente”, dijo Ivanka cuando se le interrogó sobre esa expresión usada frecuentemente por su padre.
Preguntada sobre esas declaraciones, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, resaltó que “el propio presidente ha afirmado que no le gustaba la idea de las familias separadas”.
Aunque puntualizó: “No nos gusta la idea de dejar entrar gente a nuestro país si no sabemos quiénes son, a dónde van y por qué vienen”.
Por otro lado, dio un apoyo rotundo a Donald Trump en su postura hacia los medios. “El presidente tiene razón de estar enfadado, 90% de su cobertura mediática es negativa”, a pesar de sus logros, según Sanders.
La adoración por la joven que Donald Trump ha hecho publica y la influencia que tiene han permitido que se instale en el papel de “Primera hija”, eclipsando a la primera dama Melania Trump. Especialmente porque con su esposo, Jared Kushner, forma una pareja de asesores cercanos en la Casa Blanca.
Muchos demócratas pusieron sus esperanzas en la mujer, luego de la sorpresiva victoria de su padre, al querer creer en la influencia moderada de esta joven neoyorquina sobre muchos amigos -incluida, en un tiempo, Chelsea Clinton- pero los decepcionó profundamente cuando guardó silencio sobre medidas controvertidas del gobierno de Trump.
Con información de EFE.