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Fuente:Rodrigo Pacheco | Opinión
En la semana que termina se alcanzó un hito en la historia de la economía, no me refiero a la ofensiva estadunidense de 200 mil millones de dólares en la guerra comercial que sostiene en contra de China o los avances en el TLCAN entre México y Estados Unidos, más bien me refiero a la valuación de Apple, que alcanzó un billón de dólares. Para darnos una idea del valor de capitalización de mercado de la empresa que cofundó Steve Jobs, sirve considerar que significa 3.4 veces el valor de capitalización de mercado de todas las compañías que conforman el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores o unas cien veces la valuación de Grupo Bimbo. ¿Cómo es que una compañía puede acumular la expectativa de tanto valor? La respuesta se puede explicar con una cifra: 11 mil 581 millones de dólares que es el presupuesto que destinó Apple al rubro de investigación y desarrollo en su año fiscal 2017. La cantidad que Apple dedica a innovar es equivalente al valor de capitalización de mercado de Grupo Bimbo y Grupo Lala juntos, con todo y los 141 mil colaboradores, 202 plantas y presencia en 32 países del primero, y las 17 plantas y 161 centros de distribución en México y Guatemala. Sin embargo, no sólo es la innovación, mucho tiene que ver la forma de amalgamar cadenas de valor complejas, la mercadotecnia, así como la atracción que generó su cofundador Steve Jobs que se transformó en un motor de inspiración para su equipo y, más importante aún, para los consumidores. Desde la salida de Steve Jobs como CEO de la compañía, Apple dejó de empujar la frontera y generar nuevas tendencias de consumo, pero hay que reconocer que Tim Cook ha mantenido la disciplina y ha duplicado las ventas de la compañía, de 108 mil millones de dólares en el año fiscal 2011 a 229 mil millones de dólares en el año fiscal 2017. En cuanto al valor de capitalización, el nuevo CEO de Apple llevó a la empresa de 347 mil millones de dólares en agosto de 2011, cuando tomó la estafeta, al billón de dólares que logró esta semana.
Fuente:Rodrigo Pacheco | Opinión
En la semana que termina se alcanzó un hito en la historia de la economía, no me refiero a la ofensiva estadunidense de 200 mil millones de dólares en la guerra comercial que sostiene en contra de China o los avances en el TLCAN entre México y Estados Unidos, más bien me refiero a la valuación de Apple, que alcanzó un billón de dólares. Para darnos una idea del valor de capitalización de mercado de la empresa que cofundó Steve Jobs, sirve considerar que significa 3.4 veces el valor de capitalización de mercado de todas las compañías que conforman el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores o unas cien veces la valuación de Grupo Bimbo. ¿Cómo es que una compañía puede acumular la expectativa de tanto valor? La respuesta se puede explicar con una cifra: 11 mil 581 millones de dólares que es el presupuesto que destinó Apple al rubro de investigación y desarrollo en su año fiscal 2017. La cantidad que Apple dedica a innovar es equivalente al valor de capitalización de mercado de Grupo Bimbo y Grupo Lala juntos, con todo y los 141 mil colaboradores, 202 plantas y presencia en 32 países del primero, y las 17 plantas y 161 centros de distribución en México y Guatemala. Sin embargo, no sólo es la innovación, mucho tiene que ver la forma de amalgamar cadenas de valor complejas, la mercadotecnia, así como la atracción que generó su cofundador Steve Jobs que se transformó en un motor de inspiración para su equipo y, más importante aún, para los consumidores. Desde la salida de Steve Jobs como CEO de la compañía, Apple dejó de empujar la frontera y generar nuevas tendencias de consumo, pero hay que reconocer que Tim Cook ha mantenido la disciplina y ha duplicado las ventas de la compañía, de 108 mil millones de dólares en el año fiscal 2011 a 229 mil millones de dólares en el año fiscal 2017. En cuanto al valor de capitalización, el nuevo CEO de Apple llevó a la empresa de 347 mil millones de dólares en agosto de 2011, cuando tomó la estafeta, al billón de dólares que logró esta semana.
Más allá de lo impresionante del número, el hito de Apple muestra el camino en la generación de valor en el siglo XXI que tiene que ver con capital humano, procesos de innovación, modelo de negocio, mercadotecnia y ejecución y no con explotación de materias primas o mercados cerrados. Cuando nació el iPhone, en junio de 2007, la empresa más valiosa por capitalización de mercado era Exxon Mobil, seguida de General Electric y en tercer lugar Microsoft. Ahora, este 2018 es liderado por Apple, seguida de Amazon y en tercer lugar Alphabet. Claramente, la mayor expectativa en la generación de valor la ofrecen las empresas que tienen que ver con la tecnología de consumo o las eficiencias que genera la organización de la información y las capacidades logísticas. El reto para países como México es cada día mayor porque las barreras de entrada al mundo tecnológico son más y más altas, no tanto en función de los montos de capital, sino por la especialización de su capital humano, es decir, las personas. En 2007, cuando Steve Jobs presentó el iPhone, los titulares de la prensa se centraban sobre el precio de la tortilla, las declaraciones del presidente Calderón con respecto a George W. Bush, etc., poco se hablaba de algo que cambiaría el quehacer económico y político que fue la capacidad de que millones de mexicanos tuvieran una minicomputadora en la palma de la mano. Hoy, eso es una realidad, los teléfonos inteligentes, junto con las redes sociales, han transformado la política, los modelos de negocio, el comercio, el transporte, etcétera. El factor que probablemente será cotidiano en el año 2028 será la inteligencia artificial; los titulares de la prensa se ocupan de los nombramientos en Pemex y la CFE.
