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Hasta hace unas semanas Samantha, o Sammy, como le decían de cariño, vivía tranquilamente en su casa; sus patas peludas pisaban un techo seguro y su nariz olfateaba su comida favorita. Sin embargo, el 19 de septiembre pasado todo cambió.
Ese miércoles, como acostumbraba a hacer, la perrita de raza Shih-Tzu salió a caminar y realizar sus necesidades; sin embargo, nunca volvió. Se esfumó en la colonia Quintas Campestre de Chihuahua, Chihuahua.
"Alguien la ha de haber agarrado, ella no se podía perder", comenta Isabel Licon, su propietaria, en entrevista con EL UNIVERSAL.
Tras notar la ausencia del animal, Isabel aprovechó de inmediato las redes sociales para solicitar apoyo para encontrarla. No tuvo que esperar mucho; un día después un hombre llamó a su casa para decir que Samantha estaba en su poder y quería saber había una recompensa por devolverla.
No se había ofrecido remuneración alguna pero se le informó al sujeto que se le podían dar 500 pesos. La llamada se cortó, no hubo respuesta.
Horas más tarde se contactó, vía WhatsApp, a la persona que decía tener a Sammy, entonces el hombre fue claro: quería 3 mil pesos por la perrita de hocico blanco y orejas grises.
Desconfiada, Isabel pidió pruebas de vida de su compañera canina. "Si me demuestras que la tienes te deposito mil 500 y el resto cuando me la entregues", escribió.
Con molestia, el hombre envió algunas fotografías: en efecto tenía a Sammy. Acto seguido, el sujeto dio su número de cuenta y exigió que se le depositara el dinero completo, no quería negociar.
Tras la conversación, el hombre que se convirtió en un "plagiario" para la familia de la mascota, terminó diciendo: "con la actitud que pone usted, mejor así la dejamos. Disculpe, pero no quiero problemas o algo así".
Al indagar, con el número de cuenta, la familia de Samantha le puso nombre al "secuestrador": Rogelio Moreno. También se intentó poner una denuncia por extorsión ante las autoridades, pero el recurso no prosperó.
"Nos dijeron que era responsabilidad nuestra si dabamos dinero, que estaba en nuestras manos", explica Isabel.
La conversación vía WhatsApp, para tratar de recuperar a Sammy, continuó. Isabel informó a Rogelio que había buscado demandarlo, a lo que él respondió que no quería problemas y había mandado a la perrita de regreso a la calle.
"Hoy se la mandé a dejar en en su calle, ya no es problema mío si no la encontró (...) vaya y búsquela, o no quiete el anuncio de Facebook", dijo.
A la fecha, nada se sabe de Samantha, quien hace cuatros años fue rescatada de calle por su actual familia. Los anuncios de búsqueda siguen vigentes y siendo compartidos, quien tenga información puede comunicarse al 614 280 9495.
Según la versión de la persona que dijo haberla encontrado y quien recientemente volvió a contactar con la familia para pedirle que dejaran de molestarlo y ponerlo en evidencia, ahora Sammy se encuentra perdida, vagando.
Hasta hace unas semanas Samantha, o Sammy, como le decían de cariño, vivía tranquilamente en su casa; sus patas peludas pisaban un techo seguro y su nariz olfateaba su comida favorita. Sin embargo, el 19 de septiembre pasado todo cambió.
Ese miércoles, como acostumbraba a hacer, la perrita de raza Shih-Tzu salió a caminar y realizar sus necesidades; sin embargo, nunca volvió. Se esfumó en la colonia Quintas Campestre de Chihuahua, Chihuahua.
"Alguien la ha de haber agarrado, ella no se podía perder", comenta Isabel Licon, su propietaria, en entrevista con EL UNIVERSAL.
Tras notar la ausencia del animal, Isabel aprovechó de inmediato las redes sociales para solicitar apoyo para encontrarla. No tuvo que esperar mucho; un día después un hombre llamó a su casa para decir que Samantha estaba en su poder y quería saber había una recompensa por devolverla.
No se había ofrecido remuneración alguna pero se le informó al sujeto que se le podían dar 500 pesos. La llamada se cortó, no hubo respuesta.
Horas más tarde se contactó, vía WhatsApp, a la persona que decía tener a Sammy, entonces el hombre fue claro: quería 3 mil pesos por la perrita de hocico blanco y orejas grises.
Desconfiada, Isabel pidió pruebas de vida de su compañera canina. "Si me demuestras que la tienes te deposito mil 500 y el resto cuando me la entregues", escribió.
Con molestia, el hombre envió algunas fotografías: en efecto tenía a Sammy. Acto seguido, el sujeto dio su número de cuenta y exigió que se le depositara el dinero completo, no quería negociar.
Tras la conversación, el hombre que se convirtió en un "plagiario" para la familia de la mascota, terminó diciendo: "con la actitud que pone usted, mejor así la dejamos. Disculpe, pero no quiero problemas o algo así".
Al indagar, con el número de cuenta, la familia de Samantha le puso nombre al "secuestrador": Rogelio Moreno. También se intentó poner una denuncia por extorsión ante las autoridades, pero el recurso no prosperó.
"Nos dijeron que era responsabilidad nuestra si dabamos dinero, que estaba en nuestras manos", explica Isabel.
La conversación vía WhatsApp, para tratar de recuperar a Sammy, continuó. Isabel informó a Rogelio que había buscado demandarlo, a lo que él respondió que no quería problemas y había mandado a la perrita de regreso a la calle.
"Hoy se la mandé a dejar en en su calle, ya no es problema mío si no la encontró (...) vaya y búsquela, o no quiete el anuncio de Facebook", dijo.
A la fecha, nada se sabe de Samantha, quien hace cuatros años fue rescatada de calle por su actual familia. Los anuncios de búsqueda siguen vigentes y siendo compartidos, quien tenga información puede comunicarse al 614 280 9495.
Según la versión de la persona que dijo haberla encontrado y quien recientemente volvió a contactar con la familia para pedirle que dejaran de molestarlo y ponerlo en evidencia, ahora Sammy se encuentra perdida, vagando.