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Un perro adiestrado de la brigada canina impidió la entrada a Estados Unidos de una cabeza de cerdo cocida.
Ésta puede ser la noticia más rara que leerán hoy: un perro beagle entrenado por el departamento de protección fronteriza de Estados Unidos detectó una cabeza de cerdo asada en la maleta de un viajero ecuatoriano.
Los hechos sucedieron en uno de los aeropuertos más concurridos del mundo, el Hartsfield-Jackson International Airport de Atlanta. Al parecer, el viajero ecuatoriano (que no ha sido identificado) trató de pasar, escondida en su maleta, una enorme cabeza de cerdo cocinada. Esto es en serio: una cabeza de cerdo cocinada.
Los oficiales del departamento de protección fronteriza (U.S. Customs and Border Protection o CBP) detectaron el inesperado paquete a través del talentoso olfato de un Beagle entrenado. Se trataba de Hardy, un canino especializado de la patrulla K9 del CBP perteneciente y esto, de nuevo es en serio, a la llamada “Patrulla Beagle”.
Los oficiales a cargo de Hardy explicaron la importancia de este tipo de detenciones en voz del director del área portuaria del aeropuerto de Atlanta, Carey Davis:
“Nuestra mejor defensa contra pestes destructivas y enfermedades animales es prevenir la entrada de productos agrícolas prohibidos a suelo estadounidense. Esta detención en el aeropuerto de Atlanta muestra la tremenda experiencia de nuestros compañeros de cuatro patas de la unidad K9 y su importancia como protectores de Estados Unidos.”
El puerco y los productos derivados del puerco que provienen de otras latitudes están estrictamente prohibidos en Estados Unidos. Las leyes fitosanitarias prohíben el ingreso de este tipo de mercancías porque transmiten diferentes enfermedades de ganado como los males porcinos de pies y boca, la fiebre porcina y las enfermedades vesiculares porcinas. Es por eso que todos los productos comestibles que pasan por la aduana de Estados Unidos (y en principio, las de cualquier país) deben ser declarados.
El hermoso Beagle que detuvo esta amenaza de epidemia (o una deliciosa comida) fue entrenado por el departamento de agricultura de Estados Unidos en su rama de Entrenamiento Nacional de Perros Detectores que se encuentra en Newnan, Georgia. Es un perrito rescatado y tiene seis años de edad entregado al servicio nacional.
La institución del CBP inspecciona, en todo Estados Unidos, a un millón de personas, intercepta 352 infecciones y selecciona más de 4 mil 500 materiales biológicos para ponerlos en cuarentena al día. A pesar de estas cifras, dudo que sea frecuente encontrarse con tales manjares.
Un perro adiestrado de la brigada canina impidió la entrada a Estados Unidos de una cabeza de cerdo cocida.
Ésta puede ser la noticia más rara que leerán hoy: un perro beagle entrenado por el departamento de protección fronteriza de Estados Unidos detectó una cabeza de cerdo asada en la maleta de un viajero ecuatoriano.
Los hechos sucedieron en uno de los aeropuertos más concurridos del mundo, el Hartsfield-Jackson International Airport de Atlanta. Al parecer, el viajero ecuatoriano (que no ha sido identificado) trató de pasar, escondida en su maleta, una enorme cabeza de cerdo cocinada. Esto es en serio: una cabeza de cerdo cocinada.
Los oficiales del departamento de protección fronteriza (U.S. Customs and Border Protection o CBP) detectaron el inesperado paquete a través del talentoso olfato de un Beagle entrenado. Se trataba de Hardy, un canino especializado de la patrulla K9 del CBP perteneciente y esto, de nuevo es en serio, a la llamada “Patrulla Beagle”.
Los oficiales a cargo de Hardy explicaron la importancia de este tipo de detenciones en voz del director del área portuaria del aeropuerto de Atlanta, Carey Davis:
“Nuestra mejor defensa contra pestes destructivas y enfermedades animales es prevenir la entrada de productos agrícolas prohibidos a suelo estadounidense. Esta detención en el aeropuerto de Atlanta muestra la tremenda experiencia de nuestros compañeros de cuatro patas de la unidad K9 y su importancia como protectores de Estados Unidos.”
El puerco y los productos derivados del puerco que provienen de otras latitudes están estrictamente prohibidos en Estados Unidos. Las leyes fitosanitarias prohíben el ingreso de este tipo de mercancías porque transmiten diferentes enfermedades de ganado como los males porcinos de pies y boca, la fiebre porcina y las enfermedades vesiculares porcinas. Es por eso que todos los productos comestibles que pasan por la aduana de Estados Unidos (y en principio, las de cualquier país) deben ser declarados.
El hermoso Beagle que detuvo esta amenaza de epidemia (o una deliciosa comida) fue entrenado por el departamento de agricultura de Estados Unidos en su rama de Entrenamiento Nacional de Perros Detectores que se encuentra en Newnan, Georgia. Es un perrito rescatado y tiene seis años de edad entregado al servicio nacional.
La institución del CBP inspecciona, en todo Estados Unidos, a un millón de personas, intercepta 352 infecciones y selecciona más de 4 mil 500 materiales biológicos para ponerlos en cuarentena al día. A pesar de estas cifras, dudo que sea frecuente encontrarse con tales manjares.