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La agencia de noticias estatal china, Xinhua, ha mostrado al mundo su primer presentador de noticias robotizado. Se trata de un programa basado en inteligencia artificial que adopta la forma de otro presentador real para hacer su trabajo. Esta tecnología permite ahorrar tiempo.
Son pocos los detalles sobre este presentador del futuro. Se sabe que se han creado dos como él. Uno para el noticiero inglés y otro para el chino. Su aspecto —la cara, sus facciones y los gestos— son los de otros empleados de Xinhua. Los vídeos en los que estos trabajadores salen leyendo las noticias en la pantalla son la fuente de la que el sistema de inteligencia artificial ha absorbido, gracias al aprendizaje automático, la mímica, la gesticulación, las emociones y la voz de los trabajadores. Lo único que necesita el sistema una vez aprendido todo eso es un texto que leer. El holograma parece tan real que resulta difícil darse cuenta de que no se trata de un humano.
Desde Xinhua señalan que esta nueva tecnología permitirá preparar los telediarios más rápido y reduciendo costes. De hecho, el robot —u holograma—no necesita prepararse el texto para entrar en directo. Tampoco comete errores al leer o a la hora de pronunciar alguna palabra. Tampoco se cansa, por lo que puede trabajar las 24 horas y los siete días de la semana.
Evidentemente no tendrán que pagar salarios. Los sueldos de los presentadores de televisión no son nada desdeñables. Para poner un ejemplo, Anderson Cooper, el presentador de televisión de la CNN y sus 100 millones de dólares anuales.
Durante una entrevista con Sputnik, Bi Yantao, profesor del Instituto de Políticas y Administración Públicas de Hainan (China), se muestra convencido de que con el tiempo serán más los robots que reemplazarán a las personas en los medios de comunicación, aunque reconoce las limitaciones de esta tecnología.
"Los robots presentadores de televisión (…) son una amenaza para los trabajadores de toda la vida. Y en el futuro lo más seguro es que una parte de sus puestos de trabajo la ocupen estas máquinas. Pero, a pesar de la irrupción de esta tecnología, estos robots cumplirán solo una función secundaria durante mucho tiempo", explica.
Lo argumenta al señalar los tres factores a tener en cuenta en los medios de comunicación si se quieren robotizar del todo. El primero, el nivel al que el mercado podrá asimilar este nuevo producto. El segundo, los principios morales y jurídicos de dejarlo todo en manos artificiales. ¿Sobre quién recaerá la responsabilidad de los problemas que deriven del uso de estos empleados? Y el tercero: la seguridad pública. ¿Cómo se controlará a estos robots?
"Yo lo que espero es que puedan cumplir más bien una función entre bastidores: que redacten los textos, que analicen los datos y los elaboren, que analicen el tipo de audiencia, que administren la publicidad del canal, que asesoren sobre la estrategia a seguir, etc.", añade.
Sin embargo, los presentadores de noticieros de siempre poseen una cualidad de la que carecen los robots: hacer las cosas bonitas. Como reconocen desde la agencia Xinhua, un robot puede aprender a dar una noticia en concreto de, por ejemplo, una competición deportiva. Pero solo los humanos están a la altura de elaborar material documental que tenga cierta belleza o una columna editorial.
