En la víspera de esta Navidad, una familia australiana se ha llevado un susto al descubrir que llevaron involuntariamente a casa dos ejemplares del pulpo de anillos azules, considerado como una de las criaturas más venenosas del mundo.
Según reporta la prensa local, los pulpos se escondían en las conchas marinas que Sophie Pix, de 11 años, recogió en una playa de Quindalup, ubicada en el estado de Australia Occidental. Las mismas parecían "bastante elaboradas", contó su padre Aaron a los medios, y la menor quiso conservarlas.
Sophie entregó sus hallazgos al hombre, quien las guardó en su bolsillo y las llevó a casa para limpiarlas. Una vez en casa las observó y encontró un pulpo de anillos azules en su mano. "Me asusté, y luego encontré otro en mi bolsillo, que expandió sus tentáculos sobre mi pierna. Debió haber estado en mi pierna durante 15 o 20 minutos", relató Aaron.
Resultó que esas criaturas, altamente venenosas para los humanos, muerden sin causar dolor. "Así que es posible que ni siquiera sepas que has sido mordido, y esto puede ser fatal en cuestión de minutos", contó el hombre. "Es bastante aterrador pensar que pude haber sido mordido y morir frente a mis hijos en la víspera de Navidad", concluyó.
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— peter max (@AuthorityBrand1) 26 de diciembre de 2018