Las dentelladas del frío invernal ruso hieren sin piedad a todos los que se asoman a la calle, pero no todos tienen la suerte de poder refugiarse en el calor de una casa. En la ciudad de Ust-Kut, en la provincia siberiana de Irkutsk, una gata callejera se acurrucó debajo de un coche recién aparcado que aún desprendía calor en un intento de huir de los 50 grados bajo cero que hacían en ese momento.
Cuando el coche se enfrió, la felina quedó atrapada al no poder mover las patas ni la cola, que se quedaron pegadas al hielo. Afortunadamente, en su ayuda llegaron un estudiante y su madre. Mientras el niño vertía agua caliente en el hielo circundate, su madre trataba de liberar al animal.
Tras concluir el rescate con éxito, la gata fue llevada hasta el portal de la casa, donde, según se puede ver en el video, todavía tenía su cola prácticamente congelada.
Los medios locales hicieron eco del video a finales de diciembre. La gata se recuperó y fue entregada a un refugio de animales.
RT
