Sólo con
inversión productiva y crecimiento económico se podrá combatir y reducir la
pobreza alimentaria, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado
(CEESP).
En su
análisis económico semanal, el organismo del Consejo Coordinador Empresarial
(CCE) explicó que las personas en pobreza extrema se caracterizan por un
ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo y por sufrir de tres o más
carencias sociales, como el acceso a la salud.
La línea de
bienestar mínimo obedece al valor monetario de la canasta alimentaria básica
que en febrero pasado ascendió a mil 103.1 pesos en la zona rural y mil 554.12
pesos en la urbana.
Sin
embargo, el CEESP enfatizó que los indicadores de pobreza moderada y extrema de
los jóvenes representan un problema social delicado, pues es la población que
enfrenta mayores obstáculos para acceder y competir en el mercado laboral.
“Los niños
y jóvenes, con problemas de acceso alimentario o déficit nutricional,
difícilmente estarán en posibilidad de desarrollar su potencial humano y poder
así escapar de la pobreza y contribuir a la productividad”.
Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en México (Coneval) que datan del año 2016 dieron cuenta de 17 millones de menores de 18 años en situación de pobreza moderada y 3.6 millones en pobreza extrema en el país. “No sólo se trata de un problema de exclusión e injusticia social, sino que la persistencia de la pobreza reduce el potencial productivo de la economía”.
Notimex