Miles de sapos venenosos invaden la comunidad de Palm Beach
Gardens, en Florida, provocando la preocupación de los vecinos.
De acuerdo con López Dóriga Digital, Jennie Quasha, quien vive
en el vecindario de Mirabella, envió fotos a WPTV en las que se pueden vercientos
de anfibios en piscinas, patios e incluso en la calle.
“Veo una gran cantidad de sapos o ranas por todas partes,
cubriendo cada pulgada cuadrada”, comentó Quasha. “Ni siquiera puedes caminar
por la hierba sin pisar uno“.
Los vecinos señalan que el brote se registró hace una
semana; sin embargo, no saben a qué se debe este fenómeno.
Quasha dijo que contactó a la asociación de propietarios de
su comunidad, la cual le dijo que estos sapos son venenosos y pueden
representar una amenaza para las mascotas y los niños.
“Me preocupan las mascotas de la gente, así que
definitivamente está prohibido nadar en la piscina, jugar afuera o
disfrutar del aire libre”, expresó.
El medio local WPTV contactó a Toad Busters, un servicio de
eliminación de sapos venenosos que radica en Florida, la cual confirmó que se
trata de sapos bufo.
Mark Holladay, técnico principal de Toad Busters, explicó
que un invierno más cálido y unas lluvias torrenciales ocurridas semanas atrás
hicieron que los anfibios entraran en un ciclo de reproducción.
“No son seguros para las mascotas o los niños. Si una
mascota ingiere demasiados, incluso de ese tamaño pequeño, provocaría un
problema”, comentó.
Holladay comentó además que la plaga podría no desaparecer
pronto. “Habrá otra afluencia como esta en 22 días cuando salga el próximo
lote, y esto ocurre en todas las comunidades de Florida”.
Los bufos segregan una sustancia blanca, grasosa y venenosa
que actúa como un disuasorio para los depredadores. Aunque el manejo ordinaro
de estos anfibios no es peligroso, ingerirlos puede provocar diversas
afecciones.
Si una mascota se come uno de estos sapos, los síntomas que
aparecen a los pocos minutos son irritación, seguida de hipersensibilidad;
otras afecciones son comezón, depresión, debilidad, derrumbamiento pulmonar,
paro cardiaco y convulsiones. También se puede presentar mareo, diarrea y
vómitos.
Los síntomas cardiovasculares que provoca la toxina de estos animales puede causar la muerte del animal que la ingiera si no se le proporciona el tratamiento adecuado.