La corrosión costera y el uso
de insumos de baja calidad provoca que numerosos edificios de Progreso corran
riesgo de desplomarse, tal como ocurrió en días pasados, en el restaurante
Mocambo.
El especialista de la Unidad Mérida del Centro de
Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Romeo de Coss Gómez, indicó
que el cambio climático acelera el deterioro de los edificios que están en los
puertos, fenómeno que no es tomado en cuenta durante la construcción de un
inmueble.
La duración de una casa en la zona costera es 50 por
ciento inferior con respecto a las construidas en Mérida, acotó.
“Una casa dura menos conforme se acerca a la costa,
tomando en cuenta que todas son construidas con la misma técnica y materiales,
por lo que hay un aceleramiento en su deterioro”, subrayó.
Por su parte, Juan Moo Moo resaltó que la problemática
es mayor con el empleo de insumos de mala calidad, tal es el caso del cemento
egipcio, el cual provoca intoxicación a las personas que lo utilizan.
Ejemplificó el caso del restaurante Mocambo, cuya
cornisa se desplomó el pasado domingo 17, el cual costó la vida de tres
transeúntes.
“El uso de material de dudosa procedencia pone en
riesgo la vida de las personas, en primer lugar la de los albañiles que tienen
contacto directo con el cemento de importación, en segundo, los habitantes del
inmueble, y tercero, de los transeúntes”, añadió.
El defensor de los alarifes afectados por el cemento
egipcio resaltó la importancia de no utilizar material “chafa”, ya que de esta
manera se evita el riesgo de accidentes que pongan en riesgo a las personas.
Sipse