VALLADOLID.— Cables llenos de ramas y el notable viento
propiciaron un corto circuito y un incendio que arrasó con las palapas y el
interior del restaurante “El Matador”, administrado por el torero Paco Rocha y
cuyos socios son de Monterrey.
Además del notable descuido porque a un lado del predio cruza un cable que alimenta la energía, el cual estaba cubierto por ramas de un árbol, al parecer por el viento tuvo ciertos movimientos y ocasionó que se pegue con otros cables y fue cuando vino el chispazo que brincó al techo de guano y palos del restaurante.
El incendio comenzó en una de las palapas ubicada en el costado de la calle 56 con 39, pero luego fue tomando otras dimensiones hasta llegar a otras dos estructuras similares más grandes, donde funciona el restaurante.
El fuego rápidamente se fue extendiendo a todo el predio hasta consumir tres palapas completas, incluso en cierto momento se pensó que estallaría un tanque de gas estacionario que estaba en el techo de una estructura de bloques.
Lamentablemente, aunado a todo esto, los vecinos constataron que al lugar arribaron los bomberos, quienes poco pudieron hacer porque –según se constató- no llevaban suficiente agua, la cual se les agotó y se retiraron del lugar en busca de más líquido, presuntamente hasta la planta de agua potable de San Vicente, cuando los hidrantes ubicados por el centro, están obsoletos o ya no existen.
Ante esto, los vecinos manifestaron su indignación ya que los bomberos tardaron más de una hora en regresar, de tal modo que cuando hicieron acto de presencia ya no tenía caso.
Sin embargo, ante lo aparatoso y desesperado del asunto, los vecinos se unieron al combate de las llamas con cubetas de agua, pero nada pudieron hacer.
Pero ante la contingencia, también hicieron acto de presencia elementos de Protección Civil con un tinaco lleno de agua en una camioneta, y con apoyo de un motor comenzaron a lanzar el líquido, pero todo ya se había quemado. Se les agotó el agua y con una manguera intentaron llenar de nuevo el tinaco. Los vecinos seguían lanzando cubetazos de agua y hasta la Policía Municipal se sumó al combate al fuego.
En el interior del restaurante había mesas, sillas, enseres domésticos, neveras, cervezas, refrescos, entre otras cosas que fueron calcinadas.
Todo esto pone en evidencia las estrategias para
enfrentarnos ante posibles contingencias o incendios más grandes, pues, en
estos momentos la sequía y los vientos pueden motivar más conflagraciones y la
respuesta debe ser más efectiva sobre la recarga de agua o la manera de atacar
los siniestros.
