El presidente
de México, Andrés Manuel López Obrador,
dijo que la Guardia Nacional tendrá un mando militar, pese a que
numerosas voces han pedido un mando civil para evitar abusos y violaciones a
derechos humanos en el combate al crimen organizado.
AMLO dijo
que le explicó al presidente de la
Comisión Nacional de Derechos Humanos
por qué consideraba que debía ser un militar el comandante en jefe de la
Guardia Nacional.
"Necesitamos
un elemento de esta institución, con experiencia, con disciplina, con rectitud,
con honestidad y profesionalismo", añadió, al explicar que el mando será
un castrense en activo cuyo nombre será revelado la semana próxima.
El
mandatario aseguró que esta decisión será explicada a la Alta Comisionada de
las Naciones Unidas para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en su próxima
visita a México.
El
presidente de México es también el comandante de las fuerzas armadas, y yo
nunca voy a dar la orden (...) de que se reprima al pueblo de México",
aseguró.
La
formación de la Guardia Nacional -que propuso López Obrador- fue aprobada a
finales de febrero en el Congreso, tras ser blanco de duras críticas por parte
de la oposición y defensores de derechos humanos que consideraron que conducía
a una militarización permanente del país
La
propuesta sufrió 20 modificaciones, entre las que destaca que la Guardia
Nacional responderá a la secretaria de Seguridad, en vez del ejército.
Las tropas
serán formadas en "derechos humanos y uso moderado, regulado de la
fuerza", dijo López Obrador.
Se estima
que la Guardia Nacional tenga un presupuesto de unos 1.000 millones de dólares
y que este año cuente con cerca de 80.000 elementos, pero aún está pendiente la
expedición de leyes reglamentarias.
La
participación militar en la lucha antidrogas en México, iniciada a finales de
2006, se acompañó de una vertiginosa ola de violencia. Según cifras
gubernamentales, desde entonces se han registrado casi 250.000 asesinatos,
aunque no se detalla cuántos casos estarían ligados al crimen organizado.
Este
combate militar ha operado sin marco legal, lo que desató duras críticas del
mismo López Obrador, quien en campaña prometió que los militares volverían a
sus cuarteles.
La cifra de homicidios en México se disparó a 33.341 en 2018, la más alta desde que se inició el registro en 1997.
Informador.