Tres mujeres, cuyos nombres permanecen en el anonimato,
compraron en una tienda de consignación de Charlestón una caja de piezas Lego y
se la obsequiaron a un niño. Cuando el menor la abrió en su interior se
encontró con un paquete de metanfetamina.
Tras el hallazgo, las mujeres se comunicaron con la Oficina
del Sheriff del Condado de Bulloch, cuyos agentes recopilaron la droga y se
pusieron en contacto con la Administración de Control de Drogas (DEA) sobre lo
ocurrido.
Para la DEA, esta caja podría haber sido comprada en una
subasta de almacenamiento, para luego ser llevada a la tienda sin que nadie se
percatara de su contenido.
Jim Riggs, investigador de la oficina del sheriff, explicó
que los distribuidores de drogas suelen enviar paquetes a direcciones donde hay
inmuebles abandonados o vacíos para que sean recogidos de forma clandestina.
Sin embargo el Servicio Postal de Estados Unidos no suele dejarlos a menos que
lo haga con algún vecino. Si no encuentran a nadie los paquetes son subastados.
No se presentarán cargos por lo ocurrido.
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