Quince días antes de ser asesinado a balazos, el periodista Jorge Celestino
Ruiz Vázquez fue citado en la redacción de El Gráfico de Xalapa, donde
trabajaba. Su jefe le insitió por segunda ocasión a aceptar un "pago"
por parte del alcalde de Actopan, Paulino Domínguez, a cambio de desistir en su
denuncia por agresiones y amenazas de muerte recibidas por parte de de cinco
funcionarios del ayuntamiento.
El
presidente municipal, José Paulino Domínguez Sánchez, ofreció al periodista a
través de un emisario la cantidad de 10 mil pesos por daños materiales,
derivados de dos agresiones sufridas, una en el centro de Actopan y otra en su
vivienda, ocurridas en 2018, reveló una investigación de La Silla Rota.
Debe
desistirte de las denuncias y dejar de publicar contra el alcalde de
Actopan", le había dicho su jefe, José Luis Poceros, en las oficinas del
periódico.
Sin
embargo, Jorge Ruiz se negó a aceptar el "pago".
La primera
de las agresiones ocurrió el 24 de octubre de 2018, cuando el automóvil de
Celestino fue golpeado con bates por personas desconocidas en el centro del
municipio.
El 17 de
noviebre de 2018 tuvo lugar el segundo hecho violento, cuando sujetos armados
rafaguearon la vivienda del periodista, ubicada en la comunidad La Bocanita,
además de balear los parabrisas de dos autos.
El presunto
pago buscaba detener las denuncias hechas por el periodista por las dos
agresiones.
José Luis
Poceros, director de El Gráfico de Xalapa, fue llamado a comparecer este 6 de
agosto a la Fiscalía para informar como testigo sobre la identidad del emisario
del alcalde Domínguez, quien además buscaba bloquear las publicaciones del
periodista que denunciaban supuestos desvíos de recursos en su administración.
El
reportero Jorge Celestino Ruiz Vázquez murió acribillado la noche del pasado 2
de agosto en la comunidad La Bocanita del municipio de Actopan.
Su muerte
se suma a la de de 13 periodistas asesinados a lo largo de los primeros seis
meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo al colectivo
Reporteras en Guardia, quienes detallan que cuatro de esos casos no han sido
reconocidos por las autoridades como crímenes contra comunicadores.
La Silla
Rota.