La exposición frecuente al sargazo en descomposición -que
genera ácido sulfídrico- tiene severos efectos en la salud e incluso puede
provocar la muerte, además de que produce algunos ácidos lixiviados, compuestos
de carácter ácido, que conllevan daños en la laguna arrecifal.
Según Víctor Alcerca, miembro del Comité Técnico para
atender el Arribo de Sargazo en Quintana Roo, formado por un grupo de
investigadores y académicos, la descomposición de la macroalga genera ácido
sulfrídrico, “el conocido olor a huevo podrido”, el cual es altamente tóxico.
En entrevista con Notimex, aclaró que esto depende de la
concentración del ácido en el medio ambiente, pero en ciertas cantidades el
sargazo “es sumamente venenoso y puede llegar a causar la muerte”.
Añadió que en menores porciones causa daño en general al
organismo; en primer lugar a las vías respiratorias.
En su experiencia pasada en este sector, recordó que un
grupo de trabajadores fallecieron prácticamente al instante, luego de abrir un
tanque de hidrocarburos con ácido sulfídrico, sin tomar las precauciones
adecuadas.
“Trabajadores que no siguieron las normas llegaron a un
tanque, abrieron la tapa y la bocanada de hidrocarburo, mezclada con sulfídrico
fue aspirada y las personas prácticamente de inmediato quedaban muertas”,
subrayó.
Manifestó que es por ello que la gente que hoy recolecta el
sargazo sin ninguna protección puede llegar a presentar problemas de salud, al
tener contacto con el alga en descomposición.
Ante este problema, reconoció que aún hace falta la
instrumentación de un plan que permita atender el fenómeno de forma sostenible.
En el plan que ya presentó el Comité se establece la
prioridad para detener su llegada a las playas, incluso en las aguas someras
(poco profundas), que es en donde empieza la descomposición.
“Una vez que el sargazo llega a la costa el problema se
multiplica”, resaltó y dijo que es importante hacer pronósticos de arribo del
alga y tomar precauciones para permitir su recolección en aguas someras y
altamar, mediante el uso de equipos especializados.
Anotó que el sargazo en descomposición puede servir como
biomasa, pero debe ser adecuadamente tratado para su aprovechamiento, con la
finalidad de evitar que sus efectos se reviertan en contra de la biodiversidad
y la salud de las comunidades.
Estimaciones indican que durante el año pasado arribaron más
de medio millón de toneladas de la macroalga, mismas que no fueron tratadas
debidamente, por lo que “no es un problema menor”.
Víctor Alcerca puntualizó que hasta ahora se tiene un
relativo control, pero hace falta un proyecto más intenso con inversión privada
para la recuperación y uso sustentable del sargazo.
La sustancia, continuó, despide un evidente olor a “huevo
podrido” que indica que el sargazo ya está en proceso de descomposición y es
venenoso para los seres humanos, quienes también pueden presentar daños en la
piel.
Fuente: Notimex