Esta es una de esas historias que un joven de Torreón
decidió alimentar a un perro de la calle y grabó su reacción. hace volver a
tener fe y creer en la humanidad nuevamente.
El pasado 31 de agosto la historia de Víctor, un usuario de
Facebook, se volvió viral y generó miles de reacciones.
Originario de la ciudad de Torreón, Víctor salió a la tienda
para comprar unas galletas sin pensar que en esa salida le cambiaría la vida a
un perrito sin hogar.
Ya de camino a la tienda Víctor se encontró con un perrito
que vive en la calle.
Caminando al seven por unas galletas ya que moría de ganas
por unas, ví este pequeño perro acercarme a mí, movía la cola, estaba
contento de ver a alguien pasar”, comenzó la historia en Facebook.
Él comenta que podía notar el animalito transmitía hambre,
pero una gran felicidad de ver a alguien pasar por ahí.
Fue tal esa conexión que Víctor decidió comprarle una bolsa
de alimento a su nuevo amigo.
Pensé, de la misma manera en la que yo deseo mis
galletas, el desea comer algo, no podría caminar, pasar de largo
saboreando yo solo mis galletas”, siguió con la historia.
Sorprendentemente, el perrito se quedó muy quieto en la
entrada de la tienda esperando a Víctor y, al percatarse del regalo que le
darían, no paraba de saltar de la emoción.
En unos cuantos videos que subió junto con su
historia, Víctor muestra al perrito totalmente eufórico ante la
comida.
Además del alimento, Víctor le ofreció un poco de agua en un
recipiente y comenta que se quedó hasta que terminara su comida.
Antes de terminar la historia, el hombre subió un video en
el que se puede ver al perrito alejándose por la calle completamente feliz por
su encuentro y por tener el estómago lleno.
Por alguna extraña razón estas galletas saben más ricas”,
terminó con el relato que lo se ha viralizado en las redes.
En muchas ocasiones ocurre que gracias a nuestra vida
rutinaria nos olvidemos de las cosas que ocurren a nuestro alrededor, día
a día podemos ver pasar situaciones que ‘no nos incumben’ o 'no tienen
importancia', sin embargo, basta solamente con hacer una pausa de un segundo en
nuestra rutina para darnos cuenta que afuera existe un mundo que nos necesita y
que podemos hacer mejor con una simple acción.
Fuente: Redes sociales